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Luego de que un sector de la oposición denunciara que el oficialismo bloquea la creación de una comisión especial que investigue el resguardo policial en la casa de Óscar López Meneses –que ocasionó la crisis política más severa de este gobierno–, el presidente Ollanta Humala aseguró que “no tiene problema ni temor” de que se indague al respecto.
El caso López Meneses no solo generó la renuncia del ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, y del asesor presidencial Adrián Villafuerte, sino que generó un debate sobre la supuesta influencia que tiene Vladimiro Montesinos en altas autoridades de la Policía, el Ejército y hasta en el Ejecutivo.
“No tenemos problema ni temor de que se investigue (el caso). Acuérdense cómo nace la mafia de Montesinos y toda su prole. Siempre hubo la voluntad de que se investigue (…) La mafia aún tiene influencia en la política nacional. El tema debe verse desde su origen (del montesinismo)”, dijo el jefe del Estado en diálogo con la prensa.
Humala también destacó que su partido político surgió de una insurgencia militar –levantamiento de Locumba, el 29 de octubre de 2010– “para luchar contra esta mafia” y contra “un gobierno corrupto”. “Rechazamos que nos quieran pasar sus pasivos, cada uno debe asumir sus pasivos”, añadió.
Sobre la reanudación del diálogo entre el Gobierno y la oposición, que el primer ministro, César Villanueva, admitió que fue postergado por el escándalo López Meneses, el jefe del Estado expresó que está pendiente la reunión con los presidentes de los gobiernos regionales. “Yo encabezo el diálogo”, agregó.
El caso López Meneses aún causa estragos en el Gobierno, pese a los esfuerzos de Gana Perú. La más reciente encuesta de GfK revela que el 61% cree que Humala sabía sobre la vigilancia en casa del controvertido personaje. Además, el 48% considera que el Ejecutivo tiene vínculos con Montesinos.