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Tras el anuncio de Corea del Norte acerca de que se encuentra en estado de guerra con su vecino Corea del Sur, la comunidad internacional llamó a Pyongyang a “no jugar con fuego” y a “evitar errores de cálculo” que puedan conducir a un peligroso período de violencia.
“Confiamos en que todas las partes actuarán con la máxima responsabilidad y en que nadie cruzará el punto de no retorno”, declaró el embajador para misiones especiales del ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Grigori Lógvinov.
A su turno, la Unión Europea instó a la calma tras el anuncio de Pyongyang, en especial para evitar que la tensión se dispare en un momento en que se desarrollan maniobras militares en la península de Corea.
Alemania exigió a Pyongyang que deje de “jugar con fuego”. “El irresponsable juego de Corea del Norte con el fuego tiene que acabar”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, en una columna en el diario Bild.
El Reino Unido advirtió al régimen comunista que sus anuncios “amenazadores” tan solo lograrán un “mayor aislamiento”, mientras que el Ministerio francés de Asuntos Exteriores expresó su “preocupación” y pidió al régimen de Pyongyang que se abstenga de “toda nueva provocación”.
El viernes, la Casa Blanca reiteró que la “retórica belicista” de Corea del Norte “solo profundizará el aislamiento” de ese país y que su objetivo es resolver las tensiones actuales “de manera pacífica”. “El camino de la paz para los norcoreanos es claro”, dijo Josh Earnest, portavoz adjunto de la Administración Obama.
El mismo día, China pidió que se rebajara la tensión en la península Coreana. “Esperamos que las partes trabajen de forma conjunta para presionar y conseguir un cambio de tendencia de la tensa situación actual”, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei.