Haider Al Abadi en Tikrit tras la retoma de la ciudad. (Foto:EFE)
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El primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, aseguró este lunes que se van a coordinar con las autoridades y las fuerzas kurdas para lanzar una ofensiva y expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh) de la provincia septentrional de Nínive.
NÍNIVE LIBRE DE EI PARA ESTABILIZAR IRAK
En una rueda de prensa en Erbil, capital del Kurdistán iraquí, retransmitida por la televisión oficial, Al Abadi explicó que su visita a esta región tiene el fin de “coordinar y cooperar en la liberación de Nínive“.
Nínive y su capital Mosul, que cayeron en manos del EI en junio pasado, son el próximo objetivo de las fuerzas iraquíes tras haber recuperado el control de la estratégica ciudad de Tikrit.
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“Si liberamos Nínive, todo Irak se va a estabilizar“, subrayó Al Abadi durante su comparecencia junto al presidente del Kurdistán, Masud Barzani.
El jefe del Gobierno, que visita por primera vez el Kurdistán desde que asumió el cargo en septiembre pasado, señaló que no hay una fecha para lanzar la operación en Nínive y que ésta será una “sorpresa” para ISIS.
Al Abadi afirmó que, al igual que en Tikrit, “todo Irak participará en la liberación de Nínive”, destacando la importancia de que los residentes de esa región se impliquen en el operativo.
PESHMERGAS EN LA LUCHA POR NÍNIVE
Aunque las relaciones entre las autoridades iraquíes y kurdas han atravesado tensiones, las fuerzas kurdas ‘peshmergas’ se enfrentan a Estado Islámico en Nínive desde junio pasado.
Barzani dijo por su parte que la visita de Al Abadi se produce en un momento en que “se necesita coordinación debido al ataque terrorista más feroz”, en alusión a la amenaza del EI.
En este sentido, mostró la “total disposición” de su Gobierno para cooperar con Bagdad en Nínive: “Hemos llegado a acuerdos para trabajar juntos por el interés del país y para liberar Irak de los terroristas”, dijo.
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Ambos dirigentes trataron también los asuntos pendientes entre Bagdad y Erbil, entre los que destaca el asunto de las exportaciones de petróleo y las zonas cuyo control se disputan ambas partes.
La toma de Tikrit, capital de la provincia de Saladino, el pasado 31 de marzo supuso un duro golpe para el ISIS ya que abrió el camino hacia la liberación del norte de Irak.
La expulsión de Daesh de esa ciudad se consideraba un paso necesario antes de seguir avanzando hacia Mosul, la capital del “califato” declarado por el líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi.
Fuente: EFE
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Posted by La Prensa on Lunes, 6 de abril de 2015
