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El Gobierno de Sudáfrica cree que la grave crisis de agua que padece Ciudad del Cabo, al borde de convertirse en la primera gran urbe sin suministro corriente, podría ocurrir en cualquier otra parte del mundo debido al cambio climático y a unos hábitos de consumo desfasados.
“Ahora es Ciudad del Cabo, pero en unos meses podría ser cualquier otra ciudad”, advierte en declaraciones a Efe el director de Turismo del país austral, Sisa Ntshona, quien admite que la ciudad más popular de África, con sus cuatro millones de habitantes, no podrá evitar el llamado “Día Cero” si la lluvia no llega.
Ese día, que el imaginario colectivo local concibe como “el apocalipsis”, se hará realidad cuando los embalses desciendan al 13,5 % de su capacidad, un línea roja que ya se advierte de forma nítida.
“El Día Cero es una dramática campaña de concienciación pública para evitar lo que sería un momento verdaderamente crítico. Si llega, el Gobierno local tomará el control de la distribución de agua con medias restrictivas”, explica.
Para entonces, la ciudad tiene preparada una red de puntos de reparto con camiones cisterna que darán 25 litros de agua por persona al día, cantidad que apenas alcanza para una ducha de dos minutos (20 litros), beber (2 litros al día) y cocinar (3 litros al día).
Según Ntshona, la sequía , acuciada por los desajustes estacionales, está afectando también a otras importantes capitales como Los Ángeles, Sao Paulo o Pekín, y todas miran a Sudáfrica para saber cómo actuar ente una crisis que llegará, “porque todos sabe que solo es una cuestión de tiempo”.
“Ciudad del Cabo es el foco de atención ahora mismo, pero en realidad es un problema global. El mundo tiene la oportunidad de aprender una gran lección de Sudáfrica: no deben esperar a que haya una crisis para modificar los hábitos de consumo”, reflexionó.
En su opinión, es urgente fomentar cambios en este sentido, “tal y como se ha hecho con el reciclaje y el consumo de energía”, y para ello, la escasez de agua es un asunto prioritario que debe incorporarse a la agenda de gobiernos e instituciones internacionales.
“El cambio es posible, porque los ciudadanos de Ciudad del Cabo consumen un 50% menos que hace un año. Los hábitos ya han cambiado, y gracias a eso hemos logrado retrasar en tres ocasiones el Día Cero – actualmente señalado para el 9 de julio -”, explica.
La urbe sudafricana trata de convertir la crisis en una oportunidad de desarrollo sostenible a través de medidas innovadoras y participativas.
“Hemos creado un grifo que dosifica enormemente la salida de agua pero mantiene la sensación de gran caudal y también estamos haciendo una campaña para que la gente tome duchas de 90 segundos, algo nada fácil porque requiere preparación y debe ser todo muy rápido, no puedes perder ni un segundo buscando el jabón”, bromea.
Para hacer más fácil esta tarea, el Gobierno ha encargado a diferentes grupos famosos de música que compongan y graben temas de 90 segundos, para que la ducha “dure lo que dura una canción”.
“Aunque la lluvia vuelva mañana, no podemos volver a los hábitos antiguos. Hay que cambiar el comportamiento, es el tiempo del agua”, concluye Ntshona.
(Fuente: EFE)
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