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Las luciérnagas, especie de insecto luminiscente, es considerado un indicador clave para conocer el estado de conservación de los bosques húmedos y su biodiversidad en México.
“Entre más luciérnagas habiten, más conservados están los bosques”, aseguró a Efe la bióloga Isabel Trejo Aguilar, del posgrado de Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Trejo reconoce el papel de las luciérnagas en la evaluación del estado de conservación de los bosques en su estudio Caracterización de la complejidad estructural forestal en México por medio de percepción remota: un acercamiento a la biodiversidad.
Explicó que este estudio consiste en el análisis y observación de ambientes boscosos, particularmente en Xalapa, capital del oriental estado de Veracruz, que se caracterizan por ser húmedos y con condiciones ideales para las luciérnagas.
Con la observación de la vegetación, identificó que en la capa más baja de los árboles es en donde se ubica la mayor concentración de luciérnagas.
“Si disminuye la zona boscosa, disminuye la cantidad de luciérnagas”, señaló.
Las especies indicadoras, como las luciérnagas, permiten “estudiar los ecosistemas, los podemos observar y son fácilmente medibles”, explicó.
El estado de salud de la especie indicadora es una señal del estado de salud general del ecosistema. En este caso, dan cuenta de “la conservación de los bosques y su biodiversidad”, enfatizó.
La experta indicó que el mayor impacto para las luciérnagas son las luces urbanas de noche, porque en la noche se comunican entre ellas con una coordinación de señales de luces que hacen la hembra y el macho.
Cuando hay una comunidad urbana muy cerca a los bosques, implica que hay “luces de ciudad”, lo que confunde a las luciérnagas provocando que no se puedan comunicar y sincronizar para reproducirse, destacó.
Trejo reconoció que es posible la convivencia entre el ser humano y las luciérnagas, siempre y cuando haya una zona forestal bien conservada a los alrededores de las áreas urbanas.
Como ejemplo, mencionó el caso de los bosques en el estado de Tlaxcala, donde el aprovechamiento de madera para su venta era la principal actividad productiva de la región hasta el 2011.
Y es que “los habitantes de la zona notaron que los bosques disminuían y al mismo tiempo identificaron que muchas personas visitaban la zona para observar a las luciérnagas que ahí habitaban”, comentó.
Los pobladores decidieron ya no explotar sus bosques para obtener madera, y conservarlos para mantener y fomentar el turismo que llegaba para ver el espectáculo natural luminiscente, ahora conocido como “el santuario de las luciérnagas”.
“Esto redujo la producción de madera en un 70 %”, lo que “disminuyó la pérdida de bosque y mantuvo la presencia de las luciérnagas en Tlaxcala”, resaltó.
Los bosques húmedos de Xalapa también son un “santuario para las luciérnagas” y, por lo tanto, son importantes para la conservación de la riqueza natural.
Las especies indicadoras señalan toda una historia de equilibrio en la naturaleza de cierto lugar, en este estudio de caso son las luciérnagas quienes cuentan un pedazo de la historia de los bosques húmedos en Xalapa, finalizó la experta.
Fuente: EFE