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Un marcador de ADN en la sangre ayudará a determinar qué pacientes con hepatitis B crónica tienen mayor disposición a contraer cáncer de hígado o incluso morir de cirrosis, según un estudio neozelandés divulgado hoy.
“El nivel del virus de hepatitis B en el torrente sanguíneo que supere los 100.000 virus por milímetro de sangre es un indicador del desarrollo de problemas a largo plazo”, dijo Ed Gane del Hospital de Auckland y líder del estudio financiado por el Consejo de Investigación Sanitaria de Nueva Zelanda.
Para la investigación, Gane y sus compañeros analizaron el suero sanguíneo de 570 personas diagnosticadas con hepatitis B en 1984 y posteriormente tomaron muestras sanguíneas a los supervivientes entre octubre de 2011 y noviembre de 2013, agregó la fuente.
Los pacientes analizados formaban parte de otro estudio previo de la Fundación de Hepatitis de Nueva Zelanda liderada por Alexander Milne, quien inició su trabajo tras notar los alarmantes niveles epidémicos de este virus en ciertas áreas del país, así como sus altas tasas de cirrosis hepático y cáncer.
La investigación de Gane identificó exactamente cuál de los pacientes desarrollará cáncer de hígado y cirrosis al examinar los niveles de hepatitis B en las muestras de sangre.
“Si podemos determinar en una etapa temprana que una persona está en riesgo de contraer cáncer de hígado podremos hacer un seguimiento más intensivo y detectar tan pronto aparezca el cáncer de hígado”, apuntó Gane.
Unas 400 millones de personas en todo el mundo padecen de hepatitis crónica, de los cuales casi el 40 por ciento de ellas muere de complicaciones vinculadas a esta enfermedad.
(Fuente: EFE)