(Video: Cortesía Deutsche Welle)

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El autodenominado “Estado Islámico” (EI) es un grupo extremista sunita, surgido de los restos de Al Qaeda en Irak. La organización terrorista se propone erigir por la fuerza un estado teocrático sunita que abarque Siria e Irak, y también el Líbano, Israel y Jordania. Ello implicaría borrar en la región las fronteras nacionales, trazadas en parte arbitrariamente por las potencias colonialistas. El EI controla ya amplios territorios de Siria e Irak.

Lucha contra Assad y Estados Unidos

Expertos en el Medio Oriente parten de la base de que el EI fue inicialmente financiado por Arabia Saudita, Catar, Kuweit y los Emiratos Árabes Unidos, para respaldar su lucha contra el régimen de Bashar Al Assad en Siria. Eso, sin embargo, no ha sido probado. Entretanto, se estima que la organización cuenta con cerca de 10.000 combatientes, entre ellos también muchos sunitas del norte de África y de los países del Golfo Pérsico, al igual que conversos procedentes de Europa y Estados Unidos.

Originalmente, el EI surgió como un grupo de resistencia contra la intervención estadounidense en Irak en 2003, en el curso de la cual fue derrocada la dictadura de Saddam Hussein, se proscribió su partido nacionalista Baath y se disolvió el ejército iraquí. Pero los extremistas no sólo atacaron a los soldados estadounidenses, sino que también perpetraron atentados suicidas contra chiítas y cristianos.

El primer líder

El grupo, integrado en sus comienzos por antiguos soldados y partidarios de Saddam Hussein, se radicalizó luego bajo la conducción del fundamentalista islámico jordano Abu Musab al Zarkawi. Tras sus inicios como criminal de poca monta, Al Zarkawi abrazó ideas extremistas en una prisión jordana. Entre 1989 y 1992 combatió en Afganistán contra el gobierno de Kabul. En 1994 fue detenido nuevamente en Jordania, pero cinco años más tarde recuperó la libertad en el marco de una amnistía general.

Regresó a Afganistán pero, tras la invasión encabezada por Estados Unidos y el derrocamiento del régimen talibán, en 2001, y se vio forzado a huir al norte de Irak. Allí fundó posteriormente Al Qaeda en Irak.

Sus seguidores actuaban en forma tan brutal y arbitraria que algunos grupos tribales sunitas se volvieron en su contra y colaboraron con las tropas estadounidenses. El ejército norteamericano dio muerte a Al Zarkawi en un ataque aéreo en junio de 2006. Le sucedieron Abu Ayyub Al Masri y Abu Omar al-Baghdadi, y el grupo Al Qaeda en Irak fue rebautizado como “Estado Islámico en Irak” (EII, o ISI, por sus siglas en inglés). Tres años más tarde, fuerzas estadounidenses e iraquíes dieron muerte a ambos líderes en una redada. El grupo parecía ampliamente derrotado.

Siria: un nuevo campo de batalla

Sin embargo, tras la retirada de las tropas estadounidenses de Irak en diciembre de 2011, el EII comenzó a reagruparse, bajo la conducción de Abu Bakr al-Baghdadi, quien volvió a cambiar su denominación por la de Estado Islámico en Irak y Siria (EIIS o ISIS, por sus siglas en inglés). Poco se sabe del nuevo dirigente. Se dice que nació en Bagdad en 1971 y que conoció a Al Zarkawi en Afganistán.

En el curso de la guerra civil siria, el EIIS atravesó la frontera y emprendió la lucha contra el presidente Al Assad. En esa época se enemistó con la central de Al Qaeda en Pakistán, que rechazó sus intentos de cooperar en Siria con otros grupos de su entorno. Pese a la evidente pugna con Al Qaeda, el EIIS combatió con gran éxito contra Damasco y contra otros rebeldes moderados.

Proclamación del “Estado Islámico”

Después de erigir un bastión en el nordeste de Siria, el EIIS emprendió una ofensiva en Irak y tomó su segunda mayor ciudad, Mosul, a comienzos de junio. Tras el colapso de las fuerzas de seguridad estatales, siguió avanzando en el norte y este Irak.

A fines de junio, el EIIS proclamó el “Estado Islámico” –a ambos lados de la frontera sirio-iraquí-, con Abu Bakr al-Baghdadi como califa. En dicho “Estado Islámico” rigen las leyes de la Sharía. Minorías religiosas como las de los cristianos y los yazidíes tuvieron que escapar, tras recibir amenazas de muerte.

El EI es más fuerte que nunca. En sus ataques ha conseguido botines de millones de dólares y ha conquistado varios campos petroleros en Irak y Siria. También han caído en sus manos armas del ejército estadounidense.

(Fuente: Deutsche Welle )