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El mexicano Juan Pedro Franco, considerado el hombre más obeso del mundo con 590 kilogramos de peso, comenzará un tratamiento para perder el 10 % de su masa corporal y después someterse a dos intervenciones quirúrgicas para recuperar la salud.
“Hemos logrado controlar su diabetes tipo II, su hipertensión ha mejorado, he observado una mejora en su EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y su linfedema ha empezado a ablandarse, estadio previo a que vaya deshinchándose, algo positivo”, dijo el cirujano José Castañeda en rueda de prensa.
Hace unas semanas el paciente fue trasladado desde su domicilio en Aguascalientes, centro del país, al Hospital de Gastric Bypass de Guadalajara, en el occidente, donde Castañeda le inició una terapia de choque para estabilizarlo y así poder comenzar el tratamiento previo antes de las cirugías.
Una diabetes descontrolada con picos de glucosa insoportables, hipertensión y la enfermedad pulmonar agravada por su obesidad eran algunas de las principales patologías a controlar.
El mexicano sufrió un severo hipotiroidismo nunca tratado y un linfedema ocasionado por la obstrucción de sus vías biliares a causa de su descomunal exceso de peso, recordó.
Juan Pedro no puede ser intervenido, antes debe bajar unos 60 kilos para que su corazón disponga de cierta ventaja; al perder el 10 % de su peso, el riesgo de la cirugía disminuirá.
Para lograrlo, el mexicano está siendo sometido a un régimen alimenticio balanceado basado en la dieta mediterránea, que incluye pescado, verduras, proteínas y frutas seleccionadas, y tiene prohibido todo tipo de frituras e hidratos de carbono no controlados.
Esa dieta, que se le dará en cinco ingestiones diarias con la cantidad adecuada para cada toma, lo mantendrá satisfecho y le provocará un ritmo de glucosa en sangre como el que se desea que tenga y pierda peso poco a poco.
El estómago de Juan Pedro tiene una capacidad de más de 52 litros, lo que provoca un hambre descomunal, pero con la nueva dieta ha comenzado a experimentar progresos.
“Los primeros días sentí sensación de hambre, ahora mismo la verdad es que solo psicológicamente, pues me dan de comer unas cinco veces al día, y luego tomo líquido que me mantiene bien. El doctor me dice que estoy en el buen camino y deseo que me operen cuanto antes”, comentó.
Castañeda le practicará una derivación biliopancreática tipo By-pass en dos tiempos; en junio del 2017, si ha bajado los kilogramos necesarios, le reducirán el estómago hasta el equivalente de un vaso de agua, y meses más tarde le harán un bypass en sus intestinos para que su digestión sea mucho más rápida.
Con sus 590 kilos, el hombre más obeso del mundo no puede caminar, pero según su médico tras la primera operación perderá casi la mitad de su peso y dará sus primeros pasos.
“Sueño con ese día en que pueda acercarme por mi propio pie hasta mi madre y darle un gran beso para agradecerle lo que a diario está haciendo por mí. Me gustaría pisar mi pueblo y moverme en libertad y ser alguien con una vida normal y llena de esperanzas”, dijo Juan Pedro.
EFE