Jeffrey Epstein, acusado por tráfico sexual de menores, se ahorcó en su celda, según New York Times. (Foto: AP)
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La autopsia realizada a Jeffrey Epstein determinó que el multimillonario estadounidense murió por ahorcamiento, informó el viernes el diario The New York Times (NYT).
El resultado se conoce seis días después de que el hombre de 66 años, acusado de explotación sexual de menores, fuera encontrado muerto en su celda en Centro Correccional Metropolitano de Manhattan.
“Parecía haber atado una sábana a la parte superior de un conjunto de literas, luego se arrodilló hacia el piso con la fuerza suficiente para romperle varios huesos en el cuello”, escribió New York Times, citando como fuente a la oficina del médico forense de la ciudad.
La muerte de Jeffrey Epstein desencadenó una ola de teorías de conspiración, sin evidencia, de que el magnate podría haber sido asesinado para evitar que proporcionara información a los fiscales sobre otros personajes importantes en su círculo social, incluidos el presidente Donald Trump, el expresidente Bill Clinton y el príncipe Andrew de Gran Bretaña.
La muerte de Epstein generó cuatro investigaciones federales, incluidas la del inspector general del Departamento de Justicia y el FBI. El fiscal general, William P. Barr, dijo que había “graves irregularidades” en la forma en que los funcionarios de la prisión manejaban su supervisión, recuerda NYT.
El multimillonario fue hallado el pasado 23 de julio en el piso de su celda con moretones en el cuello, por lo que fue derivado al programa de prevención de suicidios de la prisión, donde debía estar bajo vigilancia las 24 horas en una celda especial.
Sin embargo, solo seis días después, los funcionarios de la prisión determinaron que ya no era una amenaza para sí mismo y lo enviaron a una celda donde debía tener un compañero y ser vigilado cada media hora por los dos guardias que patrullaban el ala.
La noche antes de suicidarse, Epstein se quedó solo, después de que su compañero de celda fue transferido. Los dos empleados asignados para vigilarlo no lo hicieron durante aproximadamente tres horas antes de que lo descubrieran.
Las autoridades dijeron que los empleados, que fueron despedidos, estuvieron durmiendo durante todo o parte de ese tiempo.
El magnate, que negaba los cargos, se enfrentaba a una pena de 45 años de prisión en caso de ser condenado.
