Refugiados en Alemania. (Foto: Getty Images)

Refugiados en Alemania. (Foto: Getty Images)

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Tras los atentados y ataques de los últimos días en Alemania, las voces que piden endurecer el control sobre los migrantes en el país aumentaron este martes e intensificaron la presión sobre la canciller Angela Merkel y su política de acogida de los refugiados.

Los dirigentes conservadores de Baviera, en el sur de Alemania, donde tuvieron lugar dos ataques reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh), volvieron a expresar sus críticas al gobierno y a pedir más firmeza en temas migratorios.

“El terrorismo islamista llegó a Alemania”, lanzó el presidente del CSU, Horst Seehofer. “La población tiene miedo y necesita encontrar una respuesta de parte de los líderes políticos”.

Esta formación conservadora bávara, aliada de la de la canciller Angela Merkel, expresa desde hace un año sus diferencias con el gobierno sobre su política de apertura hacia los demandantes de asilo.

El CDU ha identificado una serie de peticiones que espera que sean escuchadas. Quiere un control más estricto de los albergues para refugiados, dar más atribuciones al ejército para proteger a la población y replantear el tema las expulsiones.

“Tenemos que reducir los obstáculos para las expulsiones después de delitos”, dijo el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann.

La derecha populista, que se había mantenido en un segundo plano, denunció la inacción de las autoridades.

“¿Qué más tiene que pasar para que comencemos a ver lo que pasa en nuestro país?”, dijo Frauke Petry, líder del partido populista Alternativa para Alemania (AfD).

El país está conmocionado después de que un solicitante de asilo sirio que había jurado lealtad a ISIS murió haciéndose estallar a las afueras de un festival de música pop en la pequeña localidad de Ansbach.

El autor era un sirio de 27 años que sufría problemas psicológicos y cuya solicitud había sido rechazada.

El pasado 18 de julio, un solicitante de asilo afgano (probablemente paquistaní, según la policía) de 17 años hirió con un hacha a cinco personas en un tren regional en Wurtzburgo, lo que también reivindicó en nombre del EI.

En ambos casos las autoridades no pudieron detectar el rápido proceso de radicalización.

Otro refugiado sirio también fue el autor de un ataque mortal con un cuchillo, pero el crimen no parece tener un cariz político.

Angela Merkel en la mira

El país, que acoge a más de un millón de migrantes en 2015, tuvo hasta ahora las puertas abiertas de par en par para los refugiados sirios. Más del 90% de los solicitantes obtienen la autorización y hasta hace poco ni siquiera tenían que pasar una entrevista con la administración.

Más de 200.000 demandantes de asilo podrían ser conducidos hasta la frontera, pero siguen todavía en el país, dijo el experto para cuestiones internas del CDU, Armin Schuster.

Todas las críticas buscan en última instancia golpear a la canciller Angela Merkel, que salvo una intervención pública tras la matanza de Múnich, ha permanecido en silencio.

Conocida por su extrema prudencia en los momentos de crisis, sabe que se juega mucho a un año de las elecciones legislativas y en un momento en que la derecha populista AfD (Alternativa para Alemania) gana popularidad.

En los últimos meses, Merkel había logrado recuperar parte de la popularidad erosionada el año pasado por la crisis de los migrantes.

“Sin embargo, es precisamente en este tipo de situaciones en la que su actitud es problemática”, indicó a la AFP Martin Emmer, profesor de la Universidad Libre de Berlín.

“La gente tiene miedo, están inquietos y en estas circunstancias, necesitamos un liderazgo que esté más en el tema de las emociones y menos en la gestión”, explicó.

La canciller tiene programada una conferencia de prensa para el jueves.

Las cuestiones que han desatado los ataques vuelven a replantear el debate sobre la inmigración “que es lo que la canciller más teme”, coincidió este martes el diario Süddeutsche Zeitung, en un momento en que en septiembre se vienen dos procesos electorales: en Berlín y en el feudo del noreste de Merkel.

“Si el AfD logran ganar el feudo electoral de Merkel, el debate sobre su política va a volver”, agregó.

Fuente: AFP