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El líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán, Abdul Hasib, murió el 27 de abril en una operación de las fuerzas afganas y de EE.UU. en la provincia de Nangarhar (este), considerada el bastión del grupo y donde Washington lanzó hace tres semana la “madre de todas las bombas”.
“El jefe del EI-K en Afganistán (EI-Khorasan, como se denomina la facción afgana de ese grupo) Abdul Hasib murió en una redada encabezada por las Fuerzas Especiales afganas en la oriental Nangarhar”, informó hoy el palacio presidencial en su cuenta de Twitter.
La oficina de comunicación de la tropas de Estados Unidos en Afganistán confirmó la muerte del líder insurgente en un comunicado y detalló que en la ofensiva murieron también “varios” altos mandos de la formación yihadistas y 35 de sus insurgentes.
La ofensiva conjunta fue lanzada el 27 de abril, de acuerdo con la nota.
Las autoridades afganas responsabilizan a Hasib de ordenar el ataque que el 8 de marzo causó más de medio centenar de muertos en un hospital militar de Kabul, además de secuestros de niñas y decapitaciones de ancianos, de acuerdo con la institución afgana.
“Este es el segundo emir del EI-K muerto en nueve meses, junto a docenas de sus líderes y cientos de sus combatientes”, destacó el comandante de la tropas de EEUU y de la OTAN en el país, general John Nicholson.
El anuncio se produce tres semanas después de que Estados Unidos lanzase en la provincia de Nangarhar una de las bombas más potentes de su arsenal convencional con el objetivo de destruir uno de los últimos bastiones del EI y facilitar las operaciones sobre el terreno de las tropa estadounidenses y afganas.
La “madre de todas las bombas”, como denominan el proyectil GBU-43 acabó con la vida de 96 yihadistas, a los que habría que sumar cerca de otros 300 que, de acuerdo con datos del Ministerio de Defensa afgano, fueron eliminados desde entonces en diferentes operaciones.
En junio del pasado año, el Gobierno de Kabul dio por derrotado al ISIS en gran parte de las áreas en las que permanecía activo.
Sin embargo, la formación yihadista ha continuado reivindicando algunas de las acciones más sangrientas en el país, como el ataque de marzo al hospital o el ataque suicida contra una manifestación de la minoría chií hazara que causó más de 80 muertos y de 300 heridos el pasado junio.
Hace tres semanas, el Gobierno situó en cerca de 400 el número de miembros del EI en el país, poco después de que la OTAN afirmase, sin dar cifras concretas, que los yihadistas se habían reducido a la mitad en los dos últimos años.
El Estado Islámico irrumpió en Afganistán en 2015 en diferentes puntos del país y creó su principal bastión en Nangarhar, fronteriza con Pakistán y clave en las comunicaciones entre los dos países.
(Fuente: EFE)
ASÍ FUE LA EXPLOSIÓN DE LA ‘MADRE DE TODAS LAS BOMBAS’
DATOS CLAVES SOBRE ISIS
El autodenonimado Estado Islámico de Irak y el Levante, conocido como Estado Islámico, EI, ISIS o Daesh, es un grupo terrorista fundamentalista yihadista que fue formado por fieles a Abu Bakr al-Baghdadi.
ISIS ha cometido crímenes contra minorías como los yazidíes, kurdos, chiíes, así como cristianos, entre otros. Ha usado la decapitación y fusilamiento como formas de ejecución, e incluso ha quemado vivos a prisioneros.
ISIS lanzó una ofensiva armada el 5 de junio de 2014 contra los ejércitos de Irak y Siria, apoderándose de amplios territorios en ambos países. Mosul (Irak) y Al Raqa (Siria) se convierten en las capitales de facto del autodenominado Estado Islámico.
Desde agosto de 2014, a petición de Irak, Estados Unidos decidió intervenir con bombardeos. Se formó la coalición internacional que primero solo bombardeaba objetivos de ISIS en Irak, y luego también en Siria.
A finales de septiembre de 2015, Rusia interviene militarmente en Siria con bombardeos a posiciones de ISIS y otros grupos yihadistas opositores al régimen de Damasco.
Con el apoyo de los bombardeos aéreos de las potencias extranjeras, las milicias locales – los kurdos (Peshmergas), chiíes (Multitud Popular), entre otras minorías y las propias fuerzas gubernamentales han logrado primero resistir a ISIS y luego lanzar contraofensivas, recuperando pueblos y liberando localidades del horror de Estado Islámico.
El 17 de octubre de 2016, las fuerzas gubernamentales de Irak, con el apoyo de los Peshmergas, milicias de clanes y Multitud Popular, así como con el respaldo aéreo de la coalición internacional, ha iniciado la llamada batalla de Mosul, una ofensiva que tiene como objetivo recuperar la ciudad y sus alrededores de manos de ISIS.
El 6 de noviembre de 2016 la alianza kurdo-árabe Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) con apoyo de la coalición internacional iniciaron la operación Irá del Éufrates o batalla de Al Raqa, que tiene como objetivo liberar la ciudad a Al Raqa.