Al menos 222 personas han perdido la vida por el tsunami que golpeó el sábado sin activar las alarmas el litoral del estrecho de Sonda, entre las islas indonesias de Java y Sumatra, una cifra de muertos que podría subir, alertan las autoridades. (Foto: EFE)

Al menos 222 personas han perdido la vida por el tsunami que golpeó el sábado sin activar las alarmas el litoral del estrecho de Sonda, entre las islas indonesias de Java y Sumatra, una cifra de muertos que podría subir, alertan las autoridades. (Foto: EFE)

Síguenos en Facebook



La Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia (BMKG) ha indicado que el tsunami de este sábado en el estrecho de Sonda, que ha dejado más de 200 muertos y centenares de heridos, no fue causado por un terremoto, sino posiblemente por la actividad volcánica en el monte Krakatoa.

En detalle, se trata del Anak Krakatoa (traducido del indonesio como ‘Hijo del Krakatoa’), un volcán activo situado en las aguas del estrecho de Sonda, que separa las islas de Java y Sumatra. De acuerdo con la BMKG, las costas cercanas fueron azotadas por las olas aproximadamente a las 21:30 (hora local), media hora después de que el Krakatoa entrara en erupción.

“Para desencadenar un tsunami tan grande, es necesario que haya un deslizamiento masivo de tierra que caiga al mar […] y eso requiere una gran cantidad de energía que no ha sido detectada por sismógrafos en los puestos de observación volcánica”, indicó el Centro de Vulcanología y Mitigación de Riesgos Geológicos indonesio (PVMBG), citado por The Jakarta Post.

Por su parte, la Agencia para la Mitigación de Desastres del país asiático (BNPB) detalla que, además de las marejadas provocadas por la luna llena, ese fue uno de los factores que detonaron el siniestro. Ben van der Pluijm, un geólogo de la Universidad de Míchigan especializado en terremotos, concuerda con esa versión.

“La inestabilidad de la pendiente de un volcán activo puede crear un deslizamiento de rocas capaz de mover una gran cantidad de agua, creando olas de tsunami locales que pueden ser muy potentes”, aseveró el experto citado por Reuters. “Es como dejar caer repentinamente una bolsa de arena en una tina llena de agua”, agregó.

La explicación refleja además los eventos que crearon ese mismo archipiélago y que inspiraron el nombre del volcán en cuestión.

En concreto, el ‘Hijo del Krakatoa’ se originó en 1928 en el lugar donde 45 años antes se erigía el volcán Krakatoa. En agosto de 1883, ese coloso erupcionó de forma violenta, arrojando ceniza a 12 kilómetros de altura y generando un devastador tsunami que acabó con la vida de más de 36.000 personas.

La erupción del Krakatoa, considerada como uno de los mayores eventos volcánicos de la historia, provocó que dos terceras partes de Rakata, la isla volcánica donde se encontraba, fueran borradas del mapa. Tras emerger del mar, el deshabitado Anak Krakatoa continúa creciendo a un ritmo de 13 centímetros por semana (6,8 metros por año), y registra una actividad particularmente alta desde junio.

Información limitada

El experto en tsunamis Ahmad Muhari indicó que tanto el desprendimiento de tierras como un cambio repentino en las condiciones meteorológicas pudieron causar la catástrofe, pero subrayó que ambas teorías tenían sus limitaciones. En detalle, los datos de la BMKG no mostraron signos de cambios de presión que sugirieran un “meteo-tsunami”, aunque sí registraron vientos de muy alta velocidad que pudieron “exacerbar el tamaño” de las olas.

En cuanto al papel del volcán, poco antes se registraron erupciones más potentes que no generaron tsunamis. Muhari señaló que la posibilidad del deslizamiento no calza del todo con los datos obtenidos por las cuatro estaciones de monitoreo alrededor del Anak Krakatoa, ya que de haber tenido lugar un deslizamiento las olas deberían haberse registrado al mismo tiempo, pero en cambio una estación lo hizo significativamente después que las demás.

El sistema de detección no funciona

La BNPB indicó a Metro TV que no se registraron temblores sísmicos “significativos” para indicar que se avecinaba un tsunami. “No hubo terremoto, y la erupción del Anak Krakatoa tampoco fue tan grande”, indicó el portavoz Sutopo Purwo Nugroho.

No obstante, trascendió que el sistema de detección temprana de tsunamis de Indonesia no funciona a pleno rendimiento desde hace seis años. Desde 2012, la boya de aguas profundas de detección temprana, uno de los elementos clave del sistema de alerta, no funciona a causa de una financiación deficitaria, indicaron las autoridades.

(Fuente: RT en español )