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Gran indignación se ha generado en Indonesia luego de conocerse el asesinato del elefante Yongki, un símbolo del país, en manos de unos cazadores que le cortaron los colmillos.
El animal fue encontrado muerto y con la lengua azul, signo de que habría sido envenenado, así como dos grandes heridas con motivo de la extracción de sus dos preciados colmillos, que medían más de un metro.
Según indica el Huffington Post, un funcionario del parque nacional de Sumatra en el que vivía dijo que ‘Yongki’ tenía dañadas las patas por la presión de unas cadenas que tenía puestas para no escapar.
El elefante tenía 35 años y era catalogado como especie en extinción (se cree que ya quedan menos de 3.000).
Los colmillos de elefante tienen mucho mercado en China y se venden por enormes cantidades de dinero para la elaboración de medicina tradicional.
En julio, en Zimbabue, el león Cecil también fue víctima de la caza furtiva y su asesinato generó el reclamo de miles de personas.
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