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A bordo de un helicóptero con equipos médicos, el expresidente de Egipto Hosni Mubarak fue trasladado hoy al hospital militar de Maadi, donde cumplirá arresto domiciliario luego de salir de la prisión de Tora. La polémica medida se tomó porque se superó el plazo de prisión preventiva.

El primer ministro, Hazem al Beblaui, a la sazón vicegobernador militar, emitió un decreto para que Mubarak pase a arresto domiciliario –un tribunal determinó primero su libertad condicional– debido al “estado de emergencia” que afronta El Cairo, declarado por la la violencia registrada durante las últimas semanas.

El responsable de las cárceles del Ministerio del Interior, Mustafa Baz, dijo a la agencia oficial Mena que el exgobernante eligió permanecer en este centro médico. Mubarak, quien tiene abiertos otros procesos judiciales, no puede salir del país y sus cuentas se mantienen congeladas.

En este caso por el que fue liberado, a Mubarak se le acusa de haber recibido regalos del consorcio mediático Al Ahram. El ex jefe del Estado devolvió a este grupo económico una cantidad equivalente al valor de lo que le entregaron. Esto habría pesado en la decisión de la corte, que no implica su absolución.

Mubarak también es acusado de la muerte de cientos manifestantes durante las protestas de 2011, que acabaron en su renuncia a la presidencia, por el desvío de fondos del Estado para construir y refaccionar sus mansiones y daño al erario por la venta de gas a Israel.