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La previsiones de la economía latinoamericana para 2016 serán “muy probablemente revisadas a la baja”, arrastradas por la “intensificación” de la “crisis política” en Brasil, según adelantó a Efe el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.
La crisis brasileña puede “postergar” el repunte regional tras la contracción estimada del 0,3 % para 2015, aseguró Werner en una entrevista a Efe en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington.
“Nuestras últimas proyecciones para la región, presentadas en la asamblea anual de Lima en octubre, presentaban un crecimiento negativo en 2015 y que iba a haber cierta recuperación en 2016”, dijo el responsable de la institución financiera.
En el encuentro de Lima, que supuso el regreso de la Asamblea del Fondo Monetario Internacional a Latinoamérica en más de medio siglo, las estimaciones del organismo apuntaron a un crecimiento negativo del 0,3 % en 2015 y una leve recuperación del 0,8 % para 2016.
Este panorama era “producto”, señaló Werner, de “cuatro países en contracción o crecimientos muy bajos”, entre los que citó Venezuela (-10 %), Brasil (-3 %) y Argentina y Ecuador con una expansión “alrededor de cero”.
“Hoy, en la segunda semana de diciembre, la información que hemos recibido desde Lima ha sido generalmente negativa, la crisis política en Brasil se ha intensificado y ha postergado la expectativa de recuperación”, indicó.
Por ello, agregó Werner, “muy probablemente las previsiones para 2016 en la región que presentaremos a finales de enero tengan una revisión a la baja”.
En Brasil, el “freno” al plan económico lanzado por el Gobierno a comienzos de año por “la crisis política y los escándalos de corrupción ha elevado la incertidumbre y ha generado un círculo vicioso hacia una economía más débil”, afirmó.
“Es una situación muy compleja”, reconoció Werner sobre la mayor economía de la región.
Argentina, por su parte, afronta “desequilibrios macroeconómicos grandes” que deberán ser encarados por el nuevo Gobierno del presidente Mauricio Macri.
“Registra una inflación elevada, ha crecido poco, existe escasez de divisas y cuenta con controles de capital importantes que generan distorsiones en el empleo y el crecimiento”, sostuvo Werner respecto a la economía argentina, para la que el Fondo prevé un crecimiento negativo del 0,7 % en 2016.
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¿Y PERÚ?
Asimismo, recalcó que la recuperación de otras economías que se habían desacelerado, como Perú, Paraguay, Uruguay Colombia o Chile, será “en muchos casos, mas débil de lo anticipado”.
En octubre, el FMI proyectó un crecimiento del 2,8 % para Colombia, del 2,5 % para Chile, del 3,3 % para Perú, del 2,2 % para Uruguay y del 3,8 % para Paraguay en 2016.
En gran medida, este frenazo se produce por la abrupta caída de los precios de las materias primas y la ralentización de la economía de China, uno de los principales socios comerciales de la región.
Al sombrío paisaje se suma la inminente subida de los tipos de interés en Estados Unidos, cuya anticipación ha elevado la presión sobre las monedas latinoamericanas, en algunos casos en mínimos históricos frente al dólar, y ha aumentado la volatilidad en los flujos de capital que salen de los mercados emergentes de regreso a plazas más seguras.
Para Werner, y pese a la volatilidad generada, la eventual subida de tipos en la primera economía mundial sería “una buena noticia”, ya que constataría su repunte tras la aguda crisis financiera global de 2008.
En este sentido, los países centroamericanos y del Caribe, junto a México, se enfrentan a vientos más favorables dado el buen momento económico de Estados Unidos.
De acuerdo con los últimos cálculos de la institución que dirige Christine Lagarde, Centroamérica crecerá a una media del 4,2% y México, la segunda mayor economía regional, lo hará un 2,5 % el próximo año.
Fuente: EFE
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