Este dibujo acompaña la carta de Eva. Es una muñeca vudú hincada con alfileres. (Foto: Caretas)

Este dibujo acompaña la carta de Eva. Es una muñeca vudú hincada con alfileres. (Foto: Caretas)

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Eva Bracamonte Fefer escribió una carta desde su prisión en el penal de Santa Mónica en la que intenta aclarar ciertas ideas que, considera, tiene la opinión pública sobre ella.

“No soy codiciosa ni me interesa mucho el dinero, ni me interesa mucho el dinero (…) No me molesta dormir en un colchón, en el piso de un cuarto de 2×2. Mi cuarto en Israel era del mismo tamaño que mi celda aquí”, escribió en la segunda misiva que publica hoy la revista Caretas.

Eva añadió que si ella fuera la mitad de todas las cosas que dice la prensa, no debería estar en la cárcel, sino en un manicomio. “Si fuera esa Eva fría, capaz de hablar con un asesino, de planear un crimen con él y de abrirle la puerta para que mate a su madre, que los medios han creado durante tanto tiempo para complacer al público y mi hermano por otros motivos, en verdad no existe, porque yo no tengo nada que ver con ella, ni ahora ni antes”, indicó

En otro momento, negó haber sentido odio por su madre, la desaparecida empresaria Myriam Fefer. “No solo no la odiaba sino que la amaba como uno ama a su parte más linda. Mi mamá era mi mejor parte”, concluyó en la carta.