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Luego de ser liberada el sábado y tras pasar cuatro años en prisión al ser involucrada en el asesinato de su madre, la empresaria Myriam Fefer, la joven Eva Bracamonte (25) rompió su silencio y desde la comodidad de su hogar contó cómo vivió durante el tiempo que le tocó estar encerrada.
En declaraciones para América Televisión, que reproducirá esta noche el programa Cuarto Poder, Eva indicó que en prisión conoció a gente “muy valiosa” que la ayudó a enriquecerse como persona.
“Obviamente fue todo un proceso el acostumbrarme a estar encerrada, pero me acostumbré. Después de la costumbre llegó, hasta cierto punto y en un sentido un poco extraño, la paz. No tenía ninguna necesidad básica que no haya podido satisfacer”, manifestó.
“Para mí fue muy duro salir al arresto domiciliario. Después cuando estaba empezando a acostumbrarme (a su nuevo estilo de vida), llegó lo de la condena. En ese momento confiaba en la jueza, confiaba en que el juicio se había llevado a cabo como debía ser, y que había demostrado mi inocencia. De hecho, la condena (a 30 años de prisión, dictada en 2012) me cayó como un baldazo de agua fría”, confesó.
Bracamonte Fefer abandonó el sábado el penal de mujeres de Chorrillos luego de que se ordenara su inmediata excarcelación por decisión judicial.
No obstante, la joven deberá afrontar en libertad un nuevo proceso por el asesinato de su progenitora.