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El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, avisó hoy a Rusia de que sus actos en Ucrania son un “obstáculo” para una mejora de relaciones entre las dos potencias, e instó al Kremlin y a los separatistas prorrusos a respetar “inmediatamente” el alto al fuego.
Tillerson hizo estas declaraciones hoy en una llamada telefónica con el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, al que informó de los resultados de su visita a Moscú este mes.
Ambos hablaron sobre el viaje y el mensaje que Tillerson envió al Gobierno ruso para hacerle entender que, “aunque Estados Unidos está interesado en mejorar las relaciones con Rusia, las acciones de Rusia en el este de Ucrania siguen siendo un obstáculo”, informó en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
Además, Tillerson reiteró “el firme compromiso” de EE.UU. con la integridad territorial y soberanía de Ucrania, y confirmó que las sanciones contra Moscú “seguirán en pie hasta que Rusia devuelva el control de la península de Crimea a Ucrania e implemente por completo sus compromisos bajo los acuerdos de Minsk”.
Los acuerdos firmados en Minsk (Bielorrusia) en febrero de 2015 pretenden poner fin al conflicto armado entre el Gobierno de Kiev y los separatistas prorrusos en el este de Ucrania y apuestan por la integridad territorial del país.
Estos pactos dieron inicio a un proceso de arreglo que, si bien ha logrado considerables avances, no ha conseguido poner fin totalmente a las hostilidades, pues siguen produciéndose continúas violaciones del alto el fuego, recogido en el texto de los Acuerdos de Minsk.
Las declaraciones de Tillerson sobre las sanciones a Rusia suponen un cambio de la postura del Gobierno de EE.UU., cuyo presidente, Donald Trump, sugirió en enero que podría poner fin a las sanciones contra Moscú por la injerencia en Ucrania, una idea que despertó la oposición de Francia y Alemania.
Según el Departamento de Estado, durante la llamada, Tillerson aceptó las condolencias de Poroshenko por la muerte hoy de un observador estadounidense de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la provincia separatista de Lugansk, donde explotó una mina al paso del convoy en el que viajaba.
Al respecto, ambos coincidieron en que este “trágico incidente” pone de manifiesto la necesidad de que todas las partes, y especialmente las lideradas por los separatistas prorrusos, cumplan “de inmediato” con los acuerdos de Minsk para poner fin al conflicto en Ucrania.
En otro comunicado, el propio Departamento de Estado condenó “en los términos más enérgicos” la muerte del observador estadounidense de la OSCE y envió condolencias a su familia y amigos.
“Esta muerte pone de relieve las condiciones cada vez más peligrosas bajo las que trabajan estos valientes observadores, incluyendo restricciones de acceso, amenazas y acoso. EE.UU. insta a Rusia a usar su influencia con los separatistas para permitir a la OSCE llevar a cabo una investigación completa, transparente y oportuna”, exigió el Departamento de Estado.
Poroshenko y la canciller alemana, Angela Merkel, ya exigieron hoy una investigación para aclarar la muerte del colaborador de la OSCE.
EFE