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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró estado de emergencia para el sureño estado de Georgia, donde el granizo comenzó a caer, mientras los meteorólogos predicen condiciones “catastróficas” en la región para este miércoles.
El martes, Atlanta y las ciudades circundantes se salvaron del primer golpe, pero con la caída de las temperaturas y la llegada de una nueva tormenta, una mezcla de lluvia fría, hielo y nieve, comienza a causar estragos.
A media mañana del miércoles, cuando todavía quedaban 13 horas de tormenta, ya se habían reportado 143 mil hogares sin luz, número que podría crecer rápidamente. Además, unos 2.500 vuelos fueron cancelados.
Obama ordenó poner a disposición fondos federales adicionales para complementar la respuesta estatal a la tormenta, que según las estimaciones se compara con otra que afectó a Atlanta en el año 2000 y que dejó más de medio millón de hogares sin energía durante varios días.
El alcalde de Atlanta, Kasim Reed, subrayó que toda la información de la que se dispone por ahora sugiere que la tormenta es “muy inusual para la región metropolitana y el estado de Georgia”.
Los pronósticos hablan de capas de hasta dos centímetros de hielo, que podrían provocar la caída de líneas de energía, árboles y serios problemas en las carreteras.
Cientos de cuadrillas de emergencia procedentes de estados cercanos se desplazaron a la zona para ayudar a solucionar los eventuales apagones.
La tormenta del miércoles también llevará hielo y nieve desde Alabama hasta Virginia. En el área de Washington se espera que la nieve comience a caer a eso de las 7 pm y se acumulen entre 15 y 25 centímetros para cuando termine el evento, el jueves por la tarde.
Vista desde el espacio de la tormenta de nieve. (Fuente: NASA)
Los gobernadores de Virginia y Maryland también declararon estado de emergencia en anticipación a la tormenta. De igual manera, se espera que Nueva York y Boston reciban cantidades cercanas a los 20 centímetros de nieve.
Fuente: Voz de América.