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Omar Alkhani, fotógrafo que pasó dos meses en la misma prisión que James Foley, el periodista presuntamente decapitado por terroristas del EI, habla con DW sobre su cautiverio.

Deutsche Welle: Sr. Alkhani, ¿cómo fue secuestrado?

Omar Alkhani: Estaba en Aleppo haciendo fotografías para documentar la situación humanitaria de la ciudad. Entonces llegó un grupo de personas armadas en un coche grande y me llevaron a una de sus prisiones.

¿Qué otras personas estaban con usted en prisión?

Algunos eran miembros del Ejército Libre de Siria y otros, civiles de la misma ciudad.

¿Cómo lo trataron?

En los primeros diez o quince días, me trataron bastante mal. Me torturaban. Torturaban a todos allí. Alegaban diferentes razones. Decían: “eres un espía y estás relacionado con periodistas” o “tomas fotos para contar lo malo que es el Estado Islámico”.

¿Cómo logró salir?

Después de dos meses, me dijeron que me vendase los ojos. Entonces me sentaron en un coche, condujeron dos horas y me tiraron a la calle.

¿Tuvo contacto con James Foley?

Me encontré a James Foley la segunda vez. Volví a Siria para seguir fotografiando y me volvieron a secuestrar. No lo vi directamente porque estaba en la celda de al lado. Escuchaba su voz y cómo hablaba con sus amigos cada día.

Es decir, estuvo al lado de James Foley en una celda. ¿Qué nos puede contar sobre las condiciones en las que estaba?

Estuve dos meses en la misma prisión que James y sus amigos. Primero me gustaría decir algo sobre Jim (abreviación de James). Jim era un tipo amable con sus amigos y con sus vigilantes. Reía todo el rato. Bromeaba y hacía sonreír a todos. En ese momento, ni a él ni a nosotros nos hicieron nada malo. Así recuerdo ese momento con Jim. No sé como sería en otras prisiones, puesto que se lo llevaron a otra y yo me quede allí.

¿Nos puede decir cuándo fue la última vez que vio a James Foley?

Fue el año pasado en Nochebuena. Entonces se lo llevaron a otra prisión, en Nochebuena.

Omar Alkhani es sirio y trabaja como fotógrafo. Como prisionero del grupo terrorista “Estado Islámico” pasó cautivo varios meses en prisión. Su mujer es estadounidense y continua en manos de los secuestradores.

(Fuente: Marcus Lütticke/Deutsche Welle )