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El discurso de la aspirante a la candidatura demócrata a la Presidencia de Estados Unidos Hillary Clinton sobre medidas migratorias que garanticen una vía para la ciudadanía fue acogido este miércoles positivamente por organizaciones y activistas proinmigrantes, que no obstante se mantienen escépticos.
En un discurso en Las Vegas (Nevada), Clinton aseguró este martes que, si llega a la Casa Blanca, no solo mantendrá las acciones ejecutivas del presidente de EEUU, Barack Obama, sino que las expandirá y peleará por una reforma migratoria “total e igualitaria” que incluya una vía para la ciudadanía.
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— Hillary Clinton (@HillaryClinton) Mayo 6, 2015
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— Hillary Clinton (@HillaryClinton) Mayo 6, 2015
Los grupos proinmigrantes, que tendrán un importante poder de movilización en la campaña para las elecciones presidenciales de 2016, dieron la bienvenida a las promesas de Clinton, que son más ambiciosas y liberales de lo esperado y se ponen muy por delante de las posturas de sus posibles rivales en el partido republicano.
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“Hillary Clinton acaba de abrazar a los inmigrantes y los temas migratorios de un modo tal que puede dar la vuelta a toda la carrera por la Presidencia en 2016”, aseguró en un comunicado Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, organización que defiende los derechos de los inmigrantes.
La exsecretaria de Estado propuso extender el número de personas que podrían obtener permisos de trabajo a través de acciones ejecutivas de alivio migratorio, entre ellas los padres de niños indocumentados que se criaron y estudiaron en el país, algo que las medidas de Obama no contemplan.
El pasado noviembre, Obama expandió esas medidas de alivio, conocidas como acción diferida (DACA), para incluir a padres de niños nacidos en Estados Unidos, pero no para los padres de niños indocumentados que nacieron en el extranjero aunque se criaron igualmente en el país, conocidos como “dreamers” (“soñadores”).
Por el momento, los decretos de Obama se encuentran suspendidos temporalmente desde febrero, cuando un juez detuvo el proceso de inscripción a la DACA hasta que se determine la constitucionalidad del decreto presidencial.
Clinton espera poder persuadir al Congreso si llega a la Presidencia para que se apruebe finalmente una reforma migratoria, que no busque solo un “estatus legal”, como defienden aspirantes republicanos como Jeb Bush o Marco Rubio, sino un “camino a la ciudadanía”.
En una columna de opinión, César Vargas, codirector de DREAM Action Coalition, aseguro que, pese al esperanzador anuncio de la candidata demócrata, se debe mantener la presión para que se articulen esas promesas y no pasar a ser “animadores” de la candidata demócrata.
“La buena retórica no fue suficiente para evitar que el presidente Obama se convirtiera en un ‘deportador en jefe’ o que Bill Clinton dejara un legado que contribuyó a criminalizar comunidades inmigrantes”, aseguró Vargas en el diario “Daily News”.
En opinión de Cristina Jiménez, directora de United We Dream, Hillary Clinton “se ha desmarcado de otros contendientes para la Presidencia que quieren que las familias inmigrantes sigan viviendo con el miedo a la deportación, al oponerse a acciones ejecutivas de alivio”.
“Pero hemos escuchado antes esas mismas promesas”, matizó Jiménez, quien recordó que, de nuevo en 2016, los votantes latinos serán claves para decidir el resultado electoral.
Clinton se ha adelantado a sus contrincantes republicanos al marcar sus compromisos en materia migratoria y poner así a sus rivales ante la tesitura de definirse e implicarse en este importante debate preelectoral.
El exgobernador de Florida Jeb Bush, quien aún no ha hecho oficial su candidatura, y el senador hispano Marco Rubio no han puesto el debate migratorio en el centro de su discurso por la necesidad de contentar al núcleo conservador ante el desafío de las primarias del Partido Republicano.
Los estrategas republicanos también saben que el voto latino será clave en las elecciones de 2016, como lo fue en las de 2012, y no se pueden permitir una vez más ignorar a ese electorado si quieren llegar a la Casa Blanca.
(Fuente: EFE)