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Luego de tres días del asesinato de dos personas en Portland (Oregón) por parte de un agresor racista, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rompió su cuestionado silencio al respecto.
El viernes 26 de mayo, al interior de un tren, Taliesin Myrddin Namkai-Meche, de 23 años, y Rick Best, de 53, fueron apuñalados por *intentar defender a una adolescente musulmana que era insultada por un supremacista blanco.
Las palabras de Donald Trump llegan después de que el alcalde de Portland y el FBI declararan héroes a las víctimas y de 17 mensajes en su cuenta de Twitter sobre temas varios, como las “noticias falsas” en torno a su figura.
“Cuando ando se recopilen todos los hechos, podremos tener todo el derecho de llamar (al agresor) terrorista (…) Aunque no encaje perfectamente en la narrativa que usted promovió en la campaña y que le ha llevado a la Casa Blanca, no fueron asesinados por un inmigrante indocumentado o un terrorista”, observó el periodista Dan Rather en uno de los mensajes más compartidos acerca del silencio de Trump.
“Este extremismo puede ser de un tipo diferente del que recibe la mayor parte de su atención, o incluso la atención en la prensa. Pero eso no lo hace menos grave o mortal”, agregó.
EL BREVE MENSAJE DE DONALD TRUMP
“Los ataques violentos de Portland el viernes son inaceptables. Las víctimas se enfrentaron al odio y a la intolerancia. Nuestras oraciones están con ellos”, expresó Donald Trump en su cuenta oficial como presidente que heredó, menos activa que la personal.
Las autoridades detuvieron a un sospechoso del doble homicidio, Jeremy Joseph Christian, de 35 años, al que señalan de los cargos de asesinato agravado, uno de intento de asesinato, dos de intimidación de segundo grado, y otro por ser un criminal en posesión de un arma. Un tercer pasajero resulto herido.
Según recogió la Policía de los testigos, este se encontraba en el tren “gritando comentarios que podrían caracterizarse como un discurso de odio contra una variedad de etnias y religiones”.
El FBI considera que es pronto para clasificar los asesinatos como crímenes de odio, pero el acusado se enfrenta a acusaciones de intimidación, el equivalente estatal a un crimen de odio.
“Palabras violentas pueden llevar a actos violentos- Todos los líderes electos en América deben trabajar deliberadamente para cambiar nuestro diálogo político”, demandó el alcalde de Porland, Ted Wheeler.