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Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, se reunirá con la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que comparte sus críticas a las políticas de seguridad de Barack Obama tras la masacre en Orlando, para discutir nuevas restricciones a las armas.
El magnate, en carrera por la Casa Blanca contra la demócrata Hillary Clinton, plantea que a los investigados por terrorismo y las personas prohibidas de volar les impidan comprar armamento.
En el caso de Omar Mateen, el asesino de 49 personas en el ataque perpetrado en un discoteca gay, el FBI lo había seguido por sospechas de acercamiento a células terrorista.
“Me reuniré con la NRA, que ya me ha dado su apoyo, para tratar la prohibición de comprar armas a quienes ya están en la lista que les impide subirse a un avión”, anunció Donald Trump en su cuenta de Twitter.
La postura del empresario es diferente a la de su partido y de la propia NRA, uno de los lobbies más poderosos de Estados Unidos, que ya ha rechazado estas medidas por encontrarlas “poco efectivas, anticonstitucionales o las dos cosas”. El grupo propone que la venta de armas a estas personas se postergue mientras se investiga al ciudadano, mas no se le niegue.
“Si puede convencer a la NRA de que apoye esto, que Dios le bendiga. Sin embargo, esto solo demuestra el poder de la NRA: que su candidato presidencial tenga que arrodillarse y suplicar por su permiso para apoyar esta medida y que después lo puedan hacer el resto de legisladores. Es una locura”, observó el representante demócrata de Nueva York, Joe Crowley, citado por El País.