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La Habana. Cuba denunció la “decisión agresiva” de Estados Unidos al añadir veintiséis compañías de la isla a la lista de empresas con las que los estadounidenses tienen prohibido negociar, y acusó al Gobierno de Donald Trump de intentar “asfixiar económicamente” a la isla.
Para el Gobierno de la isla esta es “una lista arbitraria” cuya “verdadera naturaleza es continuar endureciendo el ‘bloqueo’, asfixiar económicamente a Cuba y tratar de demonizarla con acusaciones deshonestas”, aseguró el director para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.
El pasado martes el Departamento de Estado de Estados Unidos añadió veintiséis compañías de Cuba, entre ellas dieciséis hoteles, a una lista negra de entidades relacionadas con las Fuerzas Armadas cubanas con las que prohíbe hacer negocios a sus ciudadanos y compañías.
Este anuncio supone la restricción más notable al proceso de apertura bilateral, desde las medidas que ordenó el presidente estadounidense Donald Trump en su discurso de junio de 2017.
Estados Unidos justificó este recrudecimiento en las sanciones hacia la isla por el presunto papel cubano en la crisis de Venezuela.
En declaraciones publicadas en la web oficial del Ministerio de Exteriores de la isla, Fernández de Cossío recordó que el mundo rechazó casi unánimemente el embargo estadounidense “como demostración del aislamiento y el descrédito de su política de agresión contra Cuba”.
La lista se creó a raíz de la orden que Trump emitió en junio de 2017 para prohibir las transacciones con empresas controladas por los servicios militares, de inteligencia y de seguridad de Cuba, una restricción de la que se eximía a los cruceros y las aerolíneas estadounidenses.
Hasta ahora, el listado afectaba a 180 entidades, entre ellas el conglomerado empresarial del Ejército, el Grupo de Administración Empresarial S.A. (Gaesa), que se calcula que controla alrededor de dos tercios del comercio minorista de la isla; y su grupo Gaviota, que maneja alrededor de la mitad de la capacidad turística del país.
Entre los hoteles sancionados hay dos administrados por la compañía española Iberostar, el Grand Packard Hotel, recién inaugurado en La Habana, y el Bella Vista en Varadero, y un establecimiento que no ha abierto aún sus puertas: el SO/ Havana Paseo del Prado, en la capital.
Los estadounidenses que visiten la isla tampoco podrán hacer compras en siete centros comerciales sujetos a las sanciones en lugares como Cayo de Santa María o Cayo Coco.
El Departamento de Estado advirtió de que seguirá “actualizando periódicamente” la lista.
Las sanciones y restricciones impuestas a los viajes de estadounidenses a Cuba han provocado una caída en las llegadas de turistas extranjeros a Cuba, que espera recibir este año 4,7 millones de viajeros, para lo cual realiza una intensa campaña de promoción en Europa, Latinoamérica y Asia.
El turismo es la segunda fuente de ingresos de Cuba por detrás de la exportación de servicios profesionales, lo que supone una contribución del 10% al PIB y genera medio millón de empleos.
Fuente: EFE