Más de cuarenta personas murieron hoy en Odesa. (Foto: @eraserusia)
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A más de un mes de que Rusia anexara la península ucraniana de Crimea, la paz no retorna al país al país europeo. El este de la nación ha sido escenario de multitudinarias protestas de grupos prorrusos, quienes tomaron posesión de varios edificios gubernamentales.
*(Actualización 03/05 6:45 pm)
Los separatistas prorrusos liberaron al equipo de observadores de la OSCE, retenidos desde hace una semana a pocos kilómetros de Slaviansk.
La negociación fue fruto de una visita a la región de Vladimir Lukin, representante de Moscú.
(Nota original)
La violencia llegó a un nuevo clímax en la ciudad de Odesa, donde al menos 42 personas murieron hoy durante un enfrentamiento y un posterior incendio, aparentemente provocado, de un edificio donde se ocultaban separatistas prorrusos.
Mientras tanto, una ofensiva militar dejó al menos dos soldados muertos cuando los milicianos lograron derribar dos helicópteros. Los rebeldes también reportaron tres bajas y dos civiles muertos.
La nueva escalada en la violencia ocurre en momentos en que los líderes de los poderes occidentales deliberan si extender las sanciones económicas contra Rusia por su supuesto rol en provocar las protestas en Ucrania, acusación que Moscú niega.
En una reunión entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par alemana, Angela Merkel, los mandatarios acordaron “imponer costes (económicos)” a las acciones rusas si el Kremlin ponen en peligro las elecciones del 25 de mayo.
La situación se ve agravada por la captura, hace una semana, de un grupo observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa por los separatistas rusos.
Esta crisis podría tener una pronta solución si el Gobierno en Kiev cumple con las exigencias de los separatistas, entre las que destaca el no obstaculizar la misión rusa en la región, informó el Ministerio de Exteriores de Rusia.
