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La limpieza radical en la Policía que anunció el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, no será una tarea sencilla. En la Inspectoría General de la PNP se reciben cada año cinco mil denuncias por faltas que van desde patrullar en estado de ebriedad hasta indisciplina y graves actos de corrupción.
Unos dos mil agentes serían dados de baja como parte del plan de Pedraza para combatir la corrupción en la institución, que es percibida –por debajo del Congreso– como una de las más afectadas por este flagelo. La baja de los efectivos, no obstante, la decide el Tribunal de Disciplina Policial, informó el diario El Comercio.
Las cifras que maneja Pedraza son alarmantes: a julio de este año, inspectoría sancionó a 1.025 policías y pasó al retiro por indisciplina a 16 oficiales y a 258 suboficiales. Incluso el jefe de inspectoría, Orlando del Águila, fue destituido por participar en actos de corrupción durante la remodelación de comisarías en Cajamarca.
Los agentes que incurren en infracciones también son investigados por la Fiscalía Anticorrupción. Solo en el Distrito Judicial Lima Sur dos policías fueron sentenciados este año a seis años de prisión. Quienes cometan faltas durante sus funciones también son sancionados en el Fuero Militar–Policial.