El lavado de manos es clave; sin embargo, la falta de agua expone a la población a un mayor contagio al coronavirus. (Foto: Pixabay)

El lavado de manos es clave; sin embargo, la falta de agua expone a la población a un mayor contagio al coronavirus. (Foto: Pixabay)

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Una de las principales recomendaciones para luchar contra el COVID-19 a nivel mundial es lavarse las manos con agua y jabón pero, ¿qué pasa en los lugares donde no se cuenta con servicio de agua potable y se tiene que almacenar líquido en recipientes mientras se enfrenta al coronavirus ?

En Perú, las poblaciones vulnerables que carecen de agua y no pueden cumplir con estas medidas están expuestas pues según la OMS, una persona necesita mínimo 50 litros de agua al día para beber y asearse.

“Frente a la escasez de agua ha habido soluciones por parte del Gobierno en brindar este servicio mediante cisternas lo cual es válido pero las personas que lo reciben de esta manera tienen que aprender a racionalizarlo y sobre todo almacenarlo correctamente en situaciones de emergencia”, resaltó la especialista en epidemiología, la Dr. Romy Mayta de BBraun Perú.

El agua debe ser almacenado en botellas para líquidos bien lavadas y limpias, que tengan una tapa hermética y una abertura superior menor a 10 centímetros y etiquetado con la fecha de llenado.

“El lugar donde depositemos el agua debe estar en un lugar fresco, de preferencia cerca a la cocina y alejado de sustancias tóxicas como gasolina, insecticidas o plaguicidas. Por otro lado, lavar con detergente o jabón las paredes del depósito antes de volverlo a llenar”, recomendó.

Es importante hervir el agua antes de consumirla o tratarla con gotas de lejía antes de almacenarla para utilizarla en la cocina o el aseo personal. Además, colocar el depósito de agua sobre una mesa o base de unos 30 o 60 centímetros de altura, no al ras del piso para evitar que se contamine con el polvo.

Ante esta situación de emergencia, las personas creativamente buscan la forma de cómo administrar eficientemente este recurso natural, por ello es importante crear una cultura de aprendizaje para racionar correctamente el agua.