Los reporteros de los medios de comunicación asisten a una conferencia de prensa de la Oficina de Información del Consejo de Estado en China. (Foto: EFE)

Los reporteros de los medios de comunicación asisten a una conferencia de prensa de la Oficina de Información del Consejo de Estado en China. (Foto: EFE)

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Pekín. El Club de Corresponsales de Prensa Extranjera en China(FCCC) denunció hoy una mayor vigilancia e interferencia gubernamental en sus coberturas, especialmente en la región de Xinjiang, y una mayor presión sobre las fuentes que han deteriorado el ambiente de trabajo de los periodistas.

La asociación publicó hoy un nuevo informe en el que recoge las experiencias de los periodistas extranjeros en el país asiático y que “dibujan el retrato más oscuro de las condiciones a la hora de informar dentro de China en la historia reciente”.

En una encuesta realizada por el FCCC en diciembre, el 55 % de los corresponsales reconocieron que las condiciones a la hora de informar se han deteriorado en 2018 el porcentaje más alto desde 2011, mientras que ni un solo periodista considera que la situación ha mejorado en el último año.

Reporteros de medios de comunicación se reúnen para llevar adelante el documento detallado del PIB en una conferencia de prensa de la Oficina de Información del Consejo de Estado. (Foto referencial: China)
Reporteros de medios de comunicación se reúnen para llevar adelante el documento detallado del PIB en una conferencia de prensa de la Oficina de Información del Consejo de Estado. (Foto referencial: China)

La vigilancia también se convirtió en una preocupación para los corresponsales: el 48 % aseguró tener constancia de haber sido seguido o de que alguien había entrado a la habitación de su hotel sin permiso.

Además, el 91 % reconoció estar preocupado por la seguridad de sus teléfonos y el 22 % dijo que sabía que las autoridades lo rastreaba utilizando sistemas de vigilancia.

“El control más amplio y la presión sobre las fuentes frenan a los periodistas incluso antes de que puedan llegar al lugar de la noticia”, afirmó en un comunicado la presidenta del FCCC, Hanna Sahlberg.

Respecto a Xinjiang (noroeste), donde las ONGs denuncian que cerca de un millón de musulmanes están detenidos en campos de “reeducación”, 24 de los 27 periodistas que viajaron a la región aseguraron haber experimentado “interferencias” durante su cobertura, mientras que a 19 de ellos les pidieron o les forzaron a borrar información.

Dos de los periodistas que estuvieron allí sufrieron represalias: las autoridades chinas no renovaron el visado a Megha Rajagopalan, de Buzzfeed, y a Matthew Carney, de la cadena australiana ABC, solo le otorgaron una visa de dos meses y medio, por lo que tuvo que abandonar el país.

“Existe el riesgo de que incluso los medios de comunicación extranjeros eviten las historias que se perciben como demasiado problemáticas o costosas de contar en China. Estas tendencias son contrarias a las esperanzas del FCCC de una apertura real para que los medios extranjeros puedan cubrir China”, explicó Sahlberg.

Los corresponsales también denunciaron que la presión sobre los asistentes o las fuentes chinas se han “intensificado” durante el último año.

“Las restricciones a las que se enfrentan los corresponsales extranjeros exigen una mirada seria a los compromisos que tiene el Gobierno de **China **como anfitrión de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. Queremos ver un campo de juego equilibrado”, añadió la presidenta del FCCC.

Fuente: EFE

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China