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Más de 400 personas han muerto en la Franja de Gaza desde el comienzo de la ofensiva militar israelí, informan fuentes palestinas. La localidad de Shejaiya fue víctima del peor ataque reportado hasta el momento.
El bombardeo causó decenas de muertos y cientos de heridos. En el lugar se había planeado un alto el fuego de dos horas para el domingo que finalmente no se cumplió. Sin una tregua es imposible que los equipos de ayuda humanitaria puedan llevar a cabo su tarea.
Ni agua ni electricidad
La situación es crítica y la gente necesita ayuda de manera urgente, dijo el coordinador de la organización humanitaria Care, Theo Alexopoulos, a Deutsche Welle.
Casi no hay agua potable ni electricidad, y las redes de comunicación no funcionan, por lo que es casi imposible atender eficazmente a los cientos de heridos, entre ellos, muchas mujeres y niños. Por todas partes se ven edificios en escombros, y “en la calle reina el pánico”, señaló Alexopoulos. “La infraestructura de asistencia médica está totalmente sobrecargada y al borde del colapso”, añade.
Como sucede en muchas otras organizaciones humanitarias, habría muchos más ayudantes dispuestos a viajar a Gaza si se cumpliera con las treguas anunciadas, ya que, al llegar al lugar del conflicto, muchos de ellos caen víctimas de los ataques. Por otra parte, los habitantes de Gaza no pueden huir de los bombardeos.
“Están atrapados en Gaza”, explicó Theo Alexopoulos. Muchos de ellos han perdido su hogar. Según datos de la ONU, ya han sido destruidas 1.370 viviendas en la Franja de Gaza, y hay 20.000 personas desplazadas que buscan refugio en casa de familiares o amigos. Uno de los colaboradores de Care, dice el director de la organización, vive en su casa con otras 60 personas.
Tregua interrumpida
La portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, Nadia Didsy, por su parte, subrayó en entrevista con DW que es “espantoso ver la enorme cantidad de civiles que son blanco de los ataques israelíes, y que la ofensiva se dirige a gran parte de la infraestructura necesaria para la supervivencia”.
“Nuestros colaboradores en Gaza informan que en muchas zonas los soldados israelíes están disparando permanentemente. La ofensiva terrestre pone en peligro la vida de decenas de miles de civiles”, agregó.
Los equipos de ayuda de la Cruz Roja trabajan las veinticuatro horas y su tarea principal es atender a los numerosos heridos en Gaza. “Pero eso se hace muy difícil debido a las limitaciones de seguridad y por las continuas luchas”, detalló.
La tregua del domingo había sido negociada por un comité internacional de la Cruz Roja e iba a ser de dos horas de duración, comenzando a las 12:30 (CET). Una hora después de que se la anunciara oficialmente fue interrumpida, según informaron las fuerzas israelíes.
El Ejército “reaccionó a los disparos de Hamás”, dijo un portavoz militar israelí. Según Theo Alexopoulos, sin embargo, se hubiera podido lograr muy poco en dos horas: “Es un lapso demasiado corto. En dos horas no se puede hacer mucho para ayudar a la gente”.
(Fuente: Deutsche Welle )
