Toledo en aprietos por revelaciones sobre las cuentas bancarias de Ecoteva. (Foto: USI)
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Las nuevas revelaciones sobre el posible uso de los fondos de Ecoteva por el exmandatario Alejandro Toledo para pagar no solo la casa de Casuarinas y el departamento de la Torre Omega, sino también la hipoteca de su casa de Punta Sal y de Camacho, abren más interrogantes sobre el enredado caso.
Y es que el fiscal de la Nación, José Peláez, y la fiscal antilavado Elizabeth Parco todavía no determinan donde están unos US$8 millones que según el empresario Josef Maiman se destinaron a las cuentas que se abrieron en Costa Rica para la suegra del expresidente, Eva Fernenbug.
Según informó La República, en junio de este año Maiman precisó que unos US$20 millones, que obtuvo por la venta de unas acciones de la empresa egipcia East Mediterranean Gas, fueron depositados en las cuentas de Ecoteva y otras en Costa Rica.
De estos, unos US$5,3 millones fueron transferidos a Eva Fernenbug en Perú y fueron destinados para la compra de la casa de Casuarinas (US$3,75 millones), el departamento en el edificio Omega (US$882 mil), la hipoteca de la casa de Punta Sal (US$277 mil) y la hipoteca de la casa de Camacho (US$217 mil).
Otros US$6,5 millones quedaron congelados en Costa Rica cuando Avi Dan On, exjefe de seguridad de Toledo, se disponía a transferirlos.
Lo que sí se sabe es que el dinero faltante no está en alguna de las cuentas personales de Eva Fernenbug, que en Costa Rica apenas superan un cuarto de millón de dólares.
Luis Lamas Puccio, abogado de la suegra del exmandatario, asegura que todos los movimientos de la empresa son lícitos y se realizaron mediante el sistema bancario. El viernes, pidió a la fiscalía de Costa Rica que levante el congelamiento de los fondos en el país.
