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Los británicos votan este jueves para elegir a los 650 miembros del Parlamento y decidir el signo del nuevo Gobierno en unos comicios marcados por la incertidumbre, con los dos principales partidos, el Conservador y el Laborista, prácticamente empatados, según todas las encuestas.
Los colegios electorales abrieron a las 07.00 hora local (las 06.00 GMT) para una larga jornada electoral que concluirá a las 22.00 (21.00 GMT), en un día que es jornada laborable.
Además de las elecciones generales, en muchas localidades de Inglaterra se celebran también comicios locales, con la elección de alcaldes y organismos municipales.
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La jornada electoral se vivió sin ningún incidente en sus primeras horas, con los ciudadanos más madrugadores que acudieron a votar antes de incorporarse a sus puestos de trabajo y con los líderes de los principales partidos que cumplieron también a primera hora su cita con las urnas.
El jefe del Gobierno británico y líder del Partido Conservador, David Cameron, de 48 años y que aspira a la reelección, votó en su circunscripción electoral de Witney (Oxfordshire), acompañado de su esposa Samantha.
Cameron, antes de depositar el voto, difundió un vídeo en su cuenta en la red social Twitter en el que animó al electorado a votar a los “tories”.
“Si quiere evitar que Ed Miliband y el SNP (Partido Nacionalista Escocés) lleguen al poder y destruyan nuestra economía, si lo que busca es un Gobierno fuerte y estable para el Reino Unido, y si le gustaría que vuelva a trabajar este próximo viernes, manteniendo nuestro plan económico para el país, es importante que vote al Partido Conservador”, dijo Cameron.
Su principal contrincante en estas reñidas elecciones, el líder del Partido Laborista, Ed Miliband, de 45 años, votó en su circunscripción en Doncaster North, en el norte de Inglaterra, acompañado por su mujer, Justine Thornton.
Miliband también pidió, poco antes, el apoyo para su partido en un mensaje en Twitter: “Hoy es el día en el que pueden votar por un Gobierno laborista que luchará y defenderá a los trabajadores, pueden votar para dar prioridad al sistema sanitario (NHS) y a su familia”.
Nick Clegg, viceprimer ministro y jefe de filas del Partido Liberal Demócrata, de 48 años, votó a media mañana en Sheffield (centro de Inglaterra) acompañado por su esposa, la española Miriam González.
Pero el más madrugador fue Nigel Farage, de 51 años, del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), el primero en acudir a votar en la circunscripción electoral de South Thane (Kent), y lo hizo solo, sin la compañía de su esposa, a diferencia de sus contrincantes.
En Escocia, donde tras el referéndum celebrado en septiembre se espera una gran movilización del electorado nacionalista, la líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, se mostró confiada en que su formación logrará en estas elecciones una influencia sin precedentes en el Parlamento del Reino Unido.
Sturgeon, que no concurre al parlamento británico a diferencia de su predecesor, Alex Salmond que aspira a un escaño en Londres, votó en Glasgow, donde aseguró que el futuro político de la región “está en las manos de los votantes”.
También acudió a votar el líder de los laboristas escoceses, Jim Murphy, quien, pese a las encuestas adversas, se mostró confiado en la victoria.
Los sondeos prevén un fuerte incremento de votos para los nacionalistas del SNP en detrimento de los laboristas, que tienen en esta región algunos de sus feudos tradicionales que se arriesgan a perder hoy.
De confirmarse estas predicciones, el SNP podría convertirse en un factor clave para formar el nuevo Gobierno británico, para lo que su líder se ha ofrecido a los laboristas, aunque el jefe de filas de esta formación, Ed Miliband, lo ha rechazado.
Debido a la complejidad del sistema electoral británico se elige por circunscripciones, un diputado por cada una de las 650 del país y algunas estarán muy disputadas, no se prevé que se conozcan los primeros resultados de las elecciones hasta primera hora de la madrugada.
La aparición con fuerza de pequeños partidos, como el UKIP, el SNP y los Verdes, añade incertidumbre a estos comicios, en los que los sondeos prevén un empate entre conservadores y laboristas que puede abocar al país a una etapa de inestabilidad política con un Gobierno débil en minoría, semanas de negociación de alianzas o incluso la convocatoria de nuevas elecciones.
(Fuente: EFE)