Síguenos en Facebook



Cientos de personas celebraron en las principales calles de Sao Paulo la condena a nueve años y medio de cárcel que le impuso el juez Sergio Moro al expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, por su implicancia en el caso de corrupción Petrobras.

Lula da Silva, de 71 años, fue condenado en primera instancia por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, pero no se decretó su prisión preventiva porque la pena todavía deberá ser confirmada por un tribunal superior.

La sentencia fue proferida por el juez federal Sergio Moro, responsable de las investigaciones del caso Petrobras. El magistrado halló culpable a Lula da Silva de beneficiarse con el desvío de millones de dólares en la estatal petrolera.

El juez Moro considera que el expresidente recibió 2,25 millones de reales – unos US$700.000 – en concepto de sobornos, que se habrían materializado en la reserva y reforma de un departamento triplex en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo.

“Es lamentable que un expresidente de la República sea condenado criminalmente, pero la culpa de eso son los crímenes por él practicados y no la regular aplicación de la ley”, escribió el magistrado en la sentencia y agregó que prevaleció el principio de “no importa cuán alto seas, la ley siempre está encima de ti”.

Lula da Silva se convirtió así en el primer expresidente de Brasil condenado penalmente por la justicia de su país, que desde hace más de tres años investiga graves casos de corrupción en los niveles más altos del poder.

Lula da Silva fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010.