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Dilma Rousseff reconoció hoy el carácter “democrático” de la marcha de 1,5 millones de personas del domingo 15 en Brasil contra su Gobierno y anunció que convocará a un amplio diálogo.
La presidenta aceptó estar dispuesta a “oír la voz de la calle”. Rousseff es consciente de que el escándalo de corrupción en la compañía estatal Petrobras y la situación económica del país son los reclamos más urgentes.
“Una inequívoca prueba de que Brasil es un país democrático que, a diferencia de otros, convive pacíficamente con manifestaciones”, recalcó.
ENLACE: Brasil: Dilma Rousseff responde a protesta con medidas anticorrupción
Rousseff, quien inició su segundo mandato el 1 de enero de 2015, defendió ante quienes piden su destitución o una intervención militar que en una democracia “se respetan las urnas y la voz de las calles. Brasil es un país que, frente a las invitaciones a la anormalidad política, elige el camino de la democracia”.
Al respecto, el senador Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), derrotado en las elecciones presidenciales de 2015 por solo tres puntos de diferencia frente a Rousseff, consideró hoy que el Gobierno “no es sincero”.
Estamos dispostos a dialogar com quem quer q seja, com humildade.
— Dilma Rousseff (@dilmabr) marzo 16, 2015