(Foto: Facebook / Dilma Rousseff)

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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió este miércoles el informe final de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) sobre las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura (1964-1985) en una ceremonia que robó algunas lágrimas a la mandataria, quien fue detenida y torturada durante el régimen militar.

La dignataria lloró al recordar a los militantes de izquierdas que fueron asesinados y desaparecidos por las fuerzas de represión políticas. Según dijo, el silencio sobre estos crímenes es “como si ellos se murieran otra vez y siempre, día a día”.

En esa línea, Dilma Rousseff, reelegida en octubre para un segundo mandato, puntualizó que la democracia fue reconquistada en Brasil con “sacrificios humanos irreparables”.

No obstante, acotó que no pretende anular la Ley de Amnistía, dictada por la dictadura en 1979, para abrir juicios penales contra los militares acusados de asesinatos, torturas y otros delitos de lesa humanidad.

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Dilma Rouseff comentó que los brasileños recuperaron la democracia a través de “duras luchas” y sacrificios, pero también “a través de pactos y acuerdos nacionales”.

“Así como respetamos y honramos – y siempre lo haremos – a todos los que lucharon por la democracia, a todos los que cayeron en esa lucha enfrentando la truculencia ilegal del Estado…, también reconocemos y honramos los pactos políticos que nos llevaron a la redemocratización”, enfatizó.

Tras dos años y siete meses de trabajo, la CNV concluyó en su informe que la represión política durante la dictadura dejó 434 muertos y desaparecidos.


EL EMOTIVO MOMENTO DE DILMA ROUSSEFF