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“Nuestros corazones aún sienten congoja”, dijo el presidente Barack Obama al recordar a las casi 3.000 víctimas que dejaron los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 perpetrados por Al Qaeda. La ceremonia de homenaje a los caídos del 11-S se llevó a cabo esta mañana en el Pentágono.
El mandatario admitió que el 11–S puso a su país en “años de guerra” y recordó no solo a quienes perdieron la vida, sino a la nación entera. “Nuestra fuerza es necesaria, pero la fuerza por sí sola no basta ni es lo que buscamos (…) Buscamos la colaboración y el respeto mutuo para hacer un mundo mejor”, añadió el jefe del Estado.
Antes de su discurso en el Pentágono, Obama conmemoró junto a su esposa, Michella Obama, y al vicepresidente, Joe Biden, el hecho con un minuto de silencio en el jardín de la Casa Blanca. El 11–S fue uno de los peores ataques contra población civil en la historia de los Estados Unidos: perdieron la vida 2.977 civiles y 19 terroristas.
En la mañana del 11 de septiembre de 2011 dos aviones comerciales tomados por terroristas de Al Qaeda se estrellaron en las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York; otro destruyó parte del Pentágono, y una cuarta nave cayó en Pensilvania después de que los pasajeros batallaran con los radicales.