(Foto: Facebook / The White House)

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Frente a la crisis humanitaria desatada por los menores centroamericanos que intentan cruzar la frontera sur de los Estados Unidos (EE.UU.), el presidente Barack Obama envió un sentido mensaje a los padres de estos niños.

“No envíen a sus hijos a la frontera (…) Si ellos llegan, serán enviados de regreso. Lo que es más importante, ellos podrían no llegar”, manifestó el jefe de Estados de EE.UU.

En entrevista con ABC News, Obama señaló que “ni siquiera sabemos cuántos de esos niños no logran cruzar la frontera”, al tiempo de advertir que muchos de estos pequeños pueden ser víctimas del tráfico sexual o caerse del tren en el que viajan.

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Miles de menores centroamericanos que viajan sin compañía de adultos han cruzado ilegalmente la frontera de EE.UU. en los últimos meses, desbordando la capacidad de los centros de acogida.

De acuerdo al Departamento de Seguridad Nacional, son alrededor de 52.000 los que llegaron al país en los últimos nueve meses. A esa cifra se suman los 39.000 adultos acompañados de niños detenidos por las autoridades.

El arribo de los menores ilegales está causando problemas políticos al Gobierno de Barack Obama, que ha afirmado que los niños que entran al país de forma ilegal no calificarán para conseguir la residencia.

Algunos funcionarios estadounidenses atribuyen este fenómeno a la pobreza y a la creciente violencia de las pandillas en Centroamérica.

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