(Imagen: captura de video)

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Barack Obama aclaró que Estados Unidos no emprenderá una invasión terrestre en Siria e Irak para combatir al Estado Islámico, al pedirle al Congreso que apruebe su solicitud de aumentar la fuerza militar contra la milicia extremista.

“No se requiere el despliegue de fuerzas de combate terrestre de Estados Unidos”, precisó el presidente de EE.UU. en un mensaje desde la Casa Blanca, marcando distancia de las guerras en Afganistán y el mismo Irak.

Obama estuvo acompañado por el vicepresidente Joe Biden, el secretario de Estado, John Kerry, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel. El plan que envió al Parlamento, espera el Ejecutivo, será la base legal para respaldar las acciones frente a la organización yihadista.

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Miembros del Ejército norteamericano han colaborado desde agosto de 2014 en la lucha contra los radicales en los mencionados países del Medio Oriente respaldándose en una autorización para el uso de la fuerza militar de 2001 y 2002, usada por George Bush para atacar a terroristas en el extranjero.

Sin embargo, Obama prefiere un marco normativo específico, no exento de flexibilidades que permitan a los soldados estadounidenses participar en operaciones terrestres. No se precisa la duración de la campaña, que sería de tres años.

“En otras circunstancias, más limitadas, como operaciones de rescate de personal de EE.UU. o de la coalición u operaciones especiales para actuar contra el liderazgo de Estado Islámico (…) También en la recopilación e intercambio de información de inteligencia, misiones para permitir bombardeos cinéticos, o la provisión de planes operacionales y otras formas de asesoría y asistencia a las fuerzas aliadas”, refiere en su propuesta.