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Nada parece imposible para un trío de entusiastas de la natación en hielo rusos que colocaron un abeto artificial en el fondo del lago ruso Baikal, el más profundo del mundo, para celebrar la llegada de las festividades de fin de año.
El árbol se instaló a una profundidad de unos 3 metros, después de que los nadadores cortaron un agujero en el espeso hielo. Dijeron que la temperatura del agua de poco más de 0 grados centígrados y el viento helado no los disuadió.
“La profundidad es de tres metros aquí, el grosor del hielo es de unos 40 cm. Tuvimos que taladrar un buen rato, porque tuvimos problemas técnicos”, dijo Yegor Lesnoi, nadador de agua helada, quien junto a sus compañeros hizo una breve rutina navideña alrededor del árbol.
Los nadadores buscan promover un estilo de vida más limpio. Por ello también sacaron basura que encontraron en el fondo del lago.
AFP