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El candidato a la presidencia regional de Áncash Juan Calderón Altamirano sufrió un atentado esta madrugada cuando se dirigía a Lima. La camioneta en la que viajaba recibió cinco balazos de desconocidos que se escondían a un lado de la vía Huaraz–Pativilca, aunque no hubo heridos en el incidente.
Horas después del atentado, en el programa Sin peros en la lengua, Calderón Altamirano dijo que en la carretera por la que circulaba, a la altura de Chasquitambo, fueron colocadas piedras para impedir el paso de su vehículo. Debido a ello, su chofer –él iba como copiloto– tuvo que disminuir la velocidad.
“El chofer se pegó a la derecha, donde había piedras más chicas y podía pasar. Saltaron personas con armas en la mano, pero el policía (que iba conmigo) disparó desde la zona trasera derecha y el chofer aceleró. Las balas impactaron las lunas de atrás, fueron cuatro o cinco, todo rápido”, relató.
Calderón, que representa al partido Juntos por el Cambio, reveló que nueve guardaespaldas lo protegen y que el Ministerio del Interior acaba de asignarle un policía para custodiarlo. El candidato consideró que al atentado en su contra se debe a la denuncia que hizo contra el dirigente de construcción civil Víctor López Farías, quien –precisó– es aliado del presidente regional, César Álvarez.
“En el gremio suyo (de López) hay maleantes. (El gobierno regional) Trabaja con ‘chalecos’, muchos de ellos son sicarios” (…) Primero sufrí un atentado cuando anuncié la creación de mi movimiento, entonces mi hermano recibió un balazo”, agregó tras denunciar que la Policía en Huaraz está “a disposición” de la cuestionada autoridad.
El político y expolicía informó también que es accesitario de Heriberto Benítez –amigo y exabogado de Álvarez–, pero que las denuncias contra el presidente regional no tienen como fin ocupar un curul en el Congreso. El congresista de Solidaridad Nacional es sindicado como el brazo político del máximo representante de Áncash.
“Hay una alianza entre la región y los sicarios, yo creo que hay lavado de dinero. Sé que César Álvarez tiene propiedades a nombre de obras personas (…) Pero no creo que lo vayan a meter a la cárcel por lo que he visto siempre”, añadió tras indicar que el Ministerio Público y el Poder Judicial están comprados por el presidente regional.
En referencia a ‘La Centralita’, edificio que se habría utilizado para espiar a rivales políticos de Álvarez –y en el que Benítez tenía una habitación–, dijo que es la sucursal de una oficina central que se maneja desde Lima, aunque se negó a nombrar a quienes están detrás del chuponeo.