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El mismo día que el Ministerio de Economía congeló dos de las cuentas de la región, el presidente de Áncash, César Álvarez, indicó que la medida, solicitada por la Contraloría, retrasaría aún más la conclusión de obras y que cada vez recibe menos fondos por concepto de canon minero. Una investigación periodística demuestra que ambas afirmaciones son falsas.
Según el portal del Ministerio de Economía, Áncash recibió en 2013 por canon S/.252 millones, lo mismo que en 2012. En 2011, la región norteña ganó S/.190 millones por este concepto y S/.196 millones el año anterior, informó el diario El Comercio.
Para el economista Luis Luna, Álvarez inició obras con fines políticos. “Probar si huno o no sobrevaluaciones es más difícil y eso lo investiga la Contraloría, pero lo que sí está demostrado es que se usó el dinero del gobierno regional de manera irresponsable”, expresó el exdecano del Colegio de Economistas de Áncash–Costa.
Según esta organización, el déficit durante la gestión de la cuestionada autoridad podría ser de S/.400 millones, aunque es difícil fijar una cantidad exacta debido a la poca transparencia con que se maneja actualmente. Álvarez, por ejemplo, no tiene bienes ni propiedades registradas a su nombre.
Las unidades ejecutoras Áncash central y Áncash subregión Pacífico –cuyas cuentas están actualmente congeladas por el Ejecutivo– tienen al menos 85 obras inconclusas, según una denuncia del consejero Juan Chuiz, quien también recibió amenazas de muerte.
La construcción del coliseo cerrado de Chimbote, que permanece cerrado pese a que se empezó a edificar en 2012, está valorizada en unos S/.35 millones, pero el gobierno regional tiene una deuda de S/.7,4 millones.
Asimismo, la reconstrucción de un sector de la avenida José Pardo está valorizada en S/.37,5 millones y la deuda es de S/.2,6 millones. La edificación del canal de Tabón cuesta S/.5 millones, pero la deuda de la actual administración es de S/.4 millones.