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Las afirmaciones del expresidente Alejandro Toledo volvieron a caer en contradicciones luego de que el gerente general de Actualisap Perú S.A.C., Javier Pedro Silva Chueca, asegurara que el líder de Perú Posible participó directamente en la venta de la oficina en la Torre Omega para su suegra, Eva Fernenbug, en la que se usó dinero de la empresa costarricense Ecoteva.
“La persona con la que se negoció fue el señor Toledo, sin embargo quien figuró en el contrato, en la minuta que se firmó, fue la señora Fernenbug”, declaró el ejecutivo ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, informó El Comercio.
Toledo ha negado, en repetidas ocasiones, su participación en los negocios de su suegra.
Aunque Silva Chueca admitió que nunca se reunió con el exmandatario ni con su suegra, relató que en una ocasión recibió una llamada del exmandatario en la que le preguntaban sobre Mario Aranda Briceño, su socio encargado de la transferencia.
Otra cuestión de interés fue el hecho de que el expresidente contactó con Actualisap Perú para la adquisición de la oficina a pesar de que esta no estaba a la venta y ofreció casi el doble de su precio.
“Cuando la empresa adquirió la oficina, esta costó US$497.150. La venta se efectuó en US$882.429”, reveló Silva Chueca, admitiendo que la oferta era demasiado “interesante” para dejarla pasar.
En este sentido, el congresista Heriberto Benítez consideró que la suma excesiva podría ser un indicio de una modalidad para el lavado de activos.
Mientras tanto, la parlamentaria de Perú Posible Carmen Omonte opinó que “sería irresponsable sacar conclusiones a partir de un solo testigo”.