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La presidencia marroquí de la cumbre del clima de Marrakech (COP22) ha despertado los recelos de los países al plantear un manifiesto oficial sin haberlo negociado con las partes. Según fuentes consultadas por Efe recuerda a las opacas reuniones de la cumbre de Copenhague.
El documento, al que ha tenido acceso Efe, lleva por título Llamada a la acción climática de Marrakech y es una declaración de buenas intenciones de las naciones de mantener la voluntad política con la que se alcanzó el Acuerdo de París y llevar a cabo acciones nacionales para implementarlo en servicio del medio ambiente, tanto por parte de los gobiernos como de la sociedad civil.
El presidente de la COP22, el marroquí Salahedín Mezuar, ha confirmado la existencia del texto, y ha dicho que su intención es aprobarlo el martes 15 de noviembre, durante el segmento de alto nivel de la COP22, al que está prevista la asistencia de más de 70 jefes de Estado y de Gobierno, además de ministros de cerca de 200 países.
El documento oficial resultante de la COP22, cónclave fundamental para el medio ambiente, no será un texto vinculante ni adoptado legalmente por la convención de cambio climático de la ONU, ya que es una iniciativa promovida exclusivamente por la presidencia marroquí.
El hecho de que el documento no se haya abierto a la negociación ni se haya hecho público ha generado un enorme malestar en todos los grupos de negociación de la cumbre del clima consultados por Efe, quienes recelan del “secretismo” con el que Marruecos ha manejado el manifiesto, no presentado a las partes hasta ayer y por tanto no ha dejado posibilidad de introducir modificación alguna.
El Acuerdo de París sobre cambio climático entró hoy oficialmente en vigor, lo que marca el inicio de una nueva era en la lucha contra el calentamiento del planeta.
“Hoy hacemos historia en los esfuerzos de la humanidad contra el cambio climático”, destacó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien habló de un momento “trascendental” para el futuro de la Tierra.
El Acuerdo de París fue adoptado el 12 de diciembre de 2015 en la capital francesa por los 195 países signatarios de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático y la Unión Europea (UE).
Sin embargo, para hacerse efectivo necesitaba ser ratificado por al menos 55 países representantes del 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
El paso clave llegó en septiembre, cuando China y Estados Unidos – los dos mayores contaminadores – ratificaron de la mano el pacto. La meta se alcanzó poco después, el 5 de octubre, cuando la Unión Europea (UE) hizo entrega de los documentos de adhesión.
Como estaba establecido en el texto, el pacto entró en vigor hoy, 30 días después de esa fecha.
En las últimas semanas más y más países han seguido ratificando el pacto y actualmente son casi un centenar las naciones que han hecho oficial su adhesión, alcanzado un 70% de las emisiones globales.
La rapidez del proceso da muestra del renovado compromiso de la comunidad internacional frente al cambio climático y contrasta, por ejemplo, con los más de 7 años que tardó en entrar en vigor el Protocolo de Kioto.
Pese a ello, los expertos advierten de que es necesario tomar medidas con urgencia si se quieren evitar los efectos más adversos del calentamiento global.
El Acuerdo de París tiene como objetivo central “mantener la temperatura media mundial por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales”.
Pese a que el texto es jurídicamente vinculante, las medidas específicas que emprenderá cada país no lo son y, en buena parte, está aún pendientes de desarrollo.
Por ello, Naciones Unidas recalcó hoy la importancia de “mantener el impulso” que ha permitido la rápida aplicación del acuerdo y llamó a trabajar ya para avanzar hacia un mundo de bajas emisiones y resistente al cambio climático.
“Ahora es el momento de reforzar la determinación global, de hacer lo que los científicos piden y de aprovechar la oportunidad para construir un mundo más seguro y sostenible para todos”, dijo Ban.
“Estamos en una carrera contra el reloj”, recordó el diplomático surcoreano.
Según el último informe de la Agencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), los gobiernos deben redoblar “urgentemente” los esfuerzos para rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero.
La UNEP advierte de que antes de 2030 esas emisiones excederán en más de un 25% los niveles necesarios para mantener el calentamiento global por debajo del límite crucial de 2 grados centígrados.
Si no se produce una pronta reducción de esos gases “nocivos”, el planeta experimentará previsiblemente un incremento en su temperatura media global de entre 2,9 y 3,4 grados centígrados, aunque se implementen en su totalidad los compromisos pactados en el Acuerdo de París.
La próxima semana la comunidad internacional se reunirá en Marrakech en la cumbre anual sobre cambio climático con el objetivo de avanzar en los detalles de la implementación de lo pactado en París.
En 2018, tendrá lugar la primera revisión de las contribuciones de los países a la reducción de las emisiones, que luego podrán actualizarse periódicamente si se considera necesaria más ambición.
Fuente: EFE
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