Especialista brinda algunos consejos, para los maestros, a fin de implementar la educación emocional en el aula. (Foto: Pixabay)

Especialista brinda algunos consejos, para los maestros, a fin de implementar la educación emocional en el aula. (Foto: Pixabay)

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La educación y el aprendizaje de los niños es una de las principales preocupaciones de los padres y también de los maestros. No obstante, además de adquirir conocimientos académicos, es importante que los alumnos no dejen de lado otros tipos de aprendizajes como es la gestión de sus sentimientos y la educación emocional.

Si bien el colegio debería brindar una educación integral, aún no prioriza una dimensión importante del ser humano: el yo emocional. Los niños siempre llegan a clase con un mundo interno que los condiciona positiva o negativamente. Cada uno de estos pensamientos se transforman en emociones y actitudes que afectarán su proceso de aprendizaje”, indica la Alumni de la ONG Enseña Perú Rocío Ramírez.

Un ejemplo es la iniciativa de unos escolares de 3ero y 4to de secundaria de Áncash quienes han desarrollado el libro La voz de nuestra memoria, donde han trabajado la importancia de la educación emocional a través de sus experiencias autobiográficas.

La especialista brinda algunos consejos, para los maestros, a fin de implementar la educación emocional en el aula:

1. Diariamente, comienza la sesión de aprendizaje preguntando a tus estudiantes cómo se sienten, qué clases han tenido antes y cuáles tendrán después. Ello te ayudará a medir, como con un termómetro, la energía del salón y así poder re adecuar tu sesión de tal manera que aproveches al máximo las particularidades del día.

2. Reconoce siempre los logros y mejorías que presentan todos los estudiantes. De esta manera fortaleces el autoestima de cada uno de ellos y activas su interés por aprender.

3. En tus sesiones de aprendizaje incluye tus anécdotas vinculadas al tema del día. Estas narraciones captan la atención del estudiante, lo hacen interesarse en el tema de la sesión y permiten la empatía con la vida del docente.

4. Destina momentos, dentro de la institución educativa, para conversaciones informales con tus estudiantes, en las que puedan abordar a mayor profundidad sus preocupaciones o intereses.

5. Mantén una comunicación frecuente con los padres de familia de tus estudiantes. Cítalos al colegio o visítalos en su casa – si así te lo autorizan los padres – para conocer y comprender el contexto afectivo del estudiante.