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(Publimetro Chile). Lagos, Nigeria: Las normas de tráfico parecen no existir. Las luces rojas son invisibles, la noción de ¿prohibido? no parece un concepto válido, el estado de las calles y carreteras es lamentable y el caos crea atascos interminables de tráfico.

Sao Paulo, Brasil: El tráfico infernal es tan característico como su famosa llovizna. Se pierden incontables horas de sus vidas encerrados en el tráfico en el momento de volver a casa en una ciudad que tiene más y más coches.

Beijing, China: Con más de tres millones de vehículos en sus calles, la capital china es extremadamente caótica. Muchas de las normas de tránsito y marcas básicas de carriles o las señales de stop, son ignoradas por todos los conductores. Los atascos de tráfico pueden llegar a ser infernales en los que a los vehículos y ambulancias les es casi imposible para pasar por ellos, ya que a los conductores no les importa nada el sonido de las sirenas.

Nueva Delhi, India: Hay pocos extranjeros que se aventuran en el tráfico de miedo de la ciudad, y quienes lo hacen, se enfrentan a un concentrado de camiones, autos, motocicletas, bicicletas, vacas y elefantes. Prácticamente no hay espacio para pasar.

Manila, Filipinas: Los cambios de carril son totalmente inesperados, los conductores no se preocupan por las luces rojas, ni en tomar la mano correcta, a lo que se le suma el mal estado del pavimento y la pésima señalización.

Ciudad de México, México: Cuenta con más de 22 millones de habitantes. Obras permanentes contribuyen a empeorar las congestiones insoportables donde los conductores pasan horas para llegar a casa.

Mónaco: El pequeño principado de Mónaco puede tener más automóviles per cápita que los Estados Unidos, un país de la excelencia automotriz. El gran problema de la congestión del tráfico no son los atochamientos, sino la imposibilidad de encontrar una plaza de estacionamiento. Para empeorar las cosas tiene una alta concentración de coches de lujo en el planeta, y cualquier rasguño puede convertirse en un gran dolor de cabeza.

Moscú, Rusia: En Moscú nadie parece preocuparse por los signos, las luces rojas y menos aún con los límites de velocidad, ya que parece que todo el mundo tiene excesiva prisa y por ello siempre aceleran al máximo sus vehículos en la primera oportunidad.

Toronto, Canadá: La carretera 401 es la más transitada del continente, con más de medio millón de conductores al día. Además nuevas obras en las calles aparecen constantemente en las carreteras y los límites de velocidad no existen.

Johannesburgo, Sudáfrica: El peligro se ilustra en el tráfico urbano, con una rutina de ataques, secuestros y robos a mano armada. Hace unos años, la ciudad atrajo la atención mundial con sistemas de seguridad que incluyen cuchillas afiladas y hasta lanzallamas que salen debajo del coche.