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Una bolsa de plástico tiene una vida útil de cerca de 25 minutos. Luego aterriza, por lo general, en el basurero. El consumo anual global de bolsas plásticas es de un billón, según estimaciones de la organización ecológica Deutsche Umwelthilfe (DU), y solo un diez por ciento de ellas se reciclan.
Solo en 2010 se produjeron en Europa, según datos de la DU, en total 750.000 toneladas de bolsas de plástico descartables, lo cual corresponde al peso de 625.000 automóviles. Pero eso no es todo: lo peor es que las bolsas tienen una duración de varios cientos de años antes de disolverse por completo, mientras el papel de un boleto de autobús, por ejemplo, solo necesita unas pocas semanas para desaparecer del medio ambiente. Hasta una lata de aluminio se deshace totalmente en el lapso de “solo” cien años.
UE exige reducir el uso de bolsas plásticas
Por eso, la Comisión Europea quiere frenar el consumo de bolsas de plástico por medio de una ley. El comisario de la UE para el Medio Ambiente, Janez Potocnik, exige incluso que los países miembros prohíban su uso en el futuro.
La idea es que el uso de bolsas livianas se reduzca en un 50 por ciento hasta el 2017, y en un 80 por ciento hasta 2019. Se planea que en especial los materiales peligrosos para la salud se prohíban hasta, a más tardar, el 2020. “Las bolsas de plástico son un símbolo del despilfarro de nuestra sociedad de consumo”, dice Potocnik. “Las usamos por poco tiempo, pero contaminan el medio ambiente durante siglos”.
Todavía queda por lograr un acuerdo con los gobiernos de cada país de la UE a fin de que la normativa entre en vigor. Los parlamentarios votan hoy en Estrasburgo sobre el proyecto de ley. Pero no solo Europa se compromete en la lucha contra las bolsas de plástico. Sobre todo los países emergentes están en la mira. Cuanto más rico es un país, mayor es su producción, y, consecuentemente, mayor es su cantidad de desechos.
Benjamin Bongardt, director del área Política de Recursos de la organización de protección de la naturaleza Naturschutzbund Deutschland dice que ese es un fenómeno típico de los países asiáticos en vías de desarrollo. Si bien países como Indonesia o Filipinas tienen suficiente dinero para la producción, aún carecen de una estructura que asegure que los desechos no contaminen el medio ambiente. El uso de la basura de plástico como energía, a través de la incineración, a muchos países les resulta muy costoso, añade Ellen Gunsilius, de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional, responsable de desarrollar conceptos para una política de desechos sostenible.
Sobre todo las grandes ciudades se ven afectadas por el uso de bolsas de plástico. Un habitante de la ciudad produce el doble de desechos que uno del campo.
Irlanda, ejemplo para Europa
Irlanda va a la cabeza en la lucha contra las bolsas de plástico. El Gobierno irlandés aplica un impuesto de 22 céntimos por bolsa a los consumidores. “El impuesto no se creó a fin de recaudar más dinero, sino para modificar el comportamiento de los consumidores en lo que respecta a las bolsas de plástico. Desde la introducción del impuesto a las bolsas de plástico se producen en menor cantidad”, dice Bongardt. El consumo per cápita disminuyó de 328 bolsas por año a 20. En comparación, el promedio de la UE está, según un estudio de la Comisión Europea, en 198 bolsas per cápita anuales.
México: ¿es eficaz la prohibición?
La ciudad de México prohibió el uso de bolsas de plástico. Los propietarios de tiendas deben pagar una multa jugosa si entregan bolsas gratis a sus clientes. Thomas Ficher, director del área de Circuitos Económicos de la DU, piensa, sin embargo, que ese tipo de prohibiciones son contraproducentes: “Si bien en México hay una ley, no se la respeta, ya que faltan claramente los controles”. También Gunsilius piensa que ese tipo de vetos a menudo no son suficientes: “En muchos países falta tomar conciencia sobre los daños que produce el plástico. Por eso, muchos países no ven la necesidad de reducir su uso. Las prohibiciones o la aplicación de impuestos son más eficientes si la gente y el sector industrial también aceptan esas medidas”.
(Fuente: Deutsche Welle )