(Foto: Andina)

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El 61 por ciento de los accidentes de tránsito ocurridos en las carreteras del país en los últimos años viene siendo protagonizado por vehículos tipo minivan y automóviles que operan como transporte interprovincial con autorizaciones municipales, pese a que no están facultados para brindar ese servicio en la red vial nacional, reveló hoy la Sutran.

“Estamos experimentando una ‘explosión’ de vehículos ligeros, como minivan y automóviles, que incursionan en el servicio interprovincial sin estar permitidos legalmente para ello. Esta situación se percibe con mayor incidencia en regiones del interior del país y en las provincias de las afueras de Lima Metropolitana”, señaló Elvira Moscoso, titular de la Sutran.

La funcionaria señaló, en diálogo con la agencia Andina , que esta situación responde a que muchas personas compran minivan y automóviles (sedán y station wagon) inicialmente para uso particular, pero luego incursionan en el servicio de transporte público interprovincial y compiten con los buses ofreciendo a los pasajeros más rapidez (superan el límite máximo de velocidad en carretera: 90 km/hora) para llegar pronto al destino.

Sin embargo, al tratarse de vehículos livianos que no están preparados para cubrir grandes distancias llevando pasajeros, se incrementan los riesgos de daños personales y materiales en caso de colisiones, despistes, volcaduras, atropellos y otros accidentes de tránsito en la red vial nacional, anotó.

Moscoso Cabrera señaló que estas unidades no autorizadas suelen ubicarse en los alrededores de terminales terrestres como Yerbateros o Fiori, desde donde se parte hacia el centro y norte del país.

Intervenciones

Cuando son intervenidas por inspectores de la Sutran, los conductores de estos vehículos alegan que están prestando servicio de taxi en la ciudad. No obstante, ofrecen subrepticiamente el servicio interprovincial y hay pasajeros que abordan estas minivan y autos sin medir el peligro para su integridad, manifestó.

“Si son intervenidas en plena carretera, los conductores mienten al decir que no están realizando un servicio rentado y llegan incluso a coludirse con los pasajeros para afirmar que se trata de un paseo familiar o amical a la playa u otro destino dentro de la provincia de Lima”, agregó.

La titular de la Sutran lamentó que existan municipios provinciales y gobiernos regionales que están otorgando indebidamente permisos a estas unidades, sin tomar en cuenta que en las vías nacionales el tránsito no solo es rápido sino también pesado, por lo que estos vehículos ligeros no pueden circular llevando pasajeros cuyas vidas corren grave peligro.

“Si tengo un auto solo puedo utilizarlo para uso particular o hacer taxi en zona urbana, si cuento con la debida acreditación y permiso para ello. Lo que no se puede hacer es prestar servicio en las carreteras, compitiendo con los buses interprovinciales y vehículos de carga pesada, porque luego vemos tragedias como colisiones, despistes por avanza a excesiva velocidad, atropellos, con lamentables pérdidas de vidas”, expresó.

Otros delitos

Las personas que prestan servicio sin ninguna autorización ni documentación en regla no solo ponen en riesgo la vida de los pasajeros que transportan, sino que pueden incurrir en delitos como trata de personas y secuestro, traslado de estupefacientes u otros, enfatizó.

La funcionaria consideró que estas unidades informales pueden reorientar su actividad a otras en las que sí pueden operar, como el transporte de personal, escolar o turístico, pero dentro de una región.

Sanciones

Moscoso recordó que cuando la Sutran detecta a estas unidades se aplica la sanción establecida en el Reglamento Nacional de Administración de Transporte: multa equivalente a una UIT (S/. 3,850 en la actualidad, retención del brevete al chofer por 60 días e internamiento del vehículo en el depósito municipal).

Precisó que si bien la función de la Sutran en este caso se ciñe a la fiscalización y orientación de las empresas y conductores, corresponde a los municipios provinciales y gobiernos regionales formalizar el servicio controlando la emisión de autorizaciones y colaborando con la fiscalización a los acreditados para que, en caso de infracciones graves o reiteradas, se proceda a la cancelación del permiso.

Finalmente, instó a los pasajeros a evitar abordar estas unidades y preferir la seguridad que les ofrece un bus interprovincial formal en un terminal terrestre autorizado, que está sujeto a control y fiscalización por las autoridades.

(Fuente: Andina )