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La grave sequía que afecta a Bolivia sigue generando consecuencias negativas en todos los niveles de la sociedad. Al despido de funcionarios por el mal manejo de la situación se suman ahora las protestas ciudadanas por la escasez del servicio de agua potable en más de 90 barrios, entre ellos los de la zona sur de La Paz.

Debido a la sequía, la más fuerte en el país altiplánico en 25 años, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) cortó y racionó la provisión en 94 barrios y los extendió a la ciudad de El Alto.

Asimismo, el gobierno del presidente Evo Morales adelantó por unos días las vacaciones escolares en las regiones de La Paz, Oruro y Potosí a causa de la escasez, que ha generado racionamientos sobre todo en la capital del país.

Ante esa alarmante situación, decenas de personas salieron a las calles la noche del martes 22 para protestar contra el mandatario boliviano, a quien le exigieron restablecer el servicio de agua potable lo más pronto posible.

El lunes, el Gobierno emitió un decreto que declara “emergencia nacional” a causa de la sequía. El presidente Evo Morales, luego de reunirse con sus ministros, explicó que el dispositivo legal declara la situación de emergencia nacional “debido a la presencia de sequía y déficit hídrico en diferentes regiones”.