Ejército árabe y sirio en la ruta a Alepo. (Foto: EFE)

Ejército árabe y sirio en la ruta a Alepo. (Foto: EFE)

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El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergueí Lavrov, dijo hoy que se han puesto al descubierto hechos que indican que el autodenominado Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh) y otros grupos terroristas han utilizado armas químicas en Siria e Irak.

“Hay una creciente amenaza de crímenes similares en los territorios de Libia y Yemen”, advirtió durante un discurso que pronunció en la Conferencia de Desarme que se reúne en Ginebra.

En su intervención, el ministro de Vladimir Putin dijo que los grupos terroristas pueden tener ya acceso a documentación científica y técnica suficiente para elaborar armamento químico y controlar instalaciones equipadas para este fin.

Las organizaciones terroristas – agregó – incluso habrían conseguido “contratar a especialistas extranjeros para ayudarles a sintetizar las armas químicas”.

Sostuvo que las actividades de los terroristas en Medio Oriente y el norte de África “es cada vez más amplia, sistemática y transfronteriza”, y existe el riesgo de que se expandan más allá de estas regiones.

“No hay duda de que el surgimiento de un terrorismo químico no es una amenaza abstracta, sino una realidad grave de nuestro tiempo que debemos afrontar a través de un trabajo intenso en la arena internacional”, reclamó Lavrov.

El ministro recordó en su discurso que, entre agosto y septiembre pasado, el EI atacó la localidad siria de Marea con misiles rellenos de agentes químicos, como lo corroboró una comisión investigadora de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.

Frente a esta situación, el jefe de la diplomacia rusa propuso elaborar una convención contra el terrorismo químico porque las actuales normas internacionales no están diseñadas para afrontar el uso de ese tipo de armas por parte de organizaciones no estatales.

Tampoco consideran la posibilidad de que tales acciones puedan ser calificadas como un crimen internacional.

“Una manera más realista, confiable y prometedora de abordar este problema es el desarrollo de una convención específica para la supresión de los actos de terrorismo químico”, explicó.

Consideró que la Conferencia de Desarme de la ONU es la instancia adecuada para emprender ese trabajo.

Fuente: EFE


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