Alambrada que cierra la frontera de Hungría con Serbia. (Foto: EFE)

Alambrada que cierra la frontera de Hungría con Serbia. (Foto: EFE)

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La mayor oleada de refugiados del año llega este lunes a Hungría – con estimaciones de hasta 25.000 personas – con la intención de seguir en dirección a Austria en medio de la confusión reinante por el cambio en los criterios para permitirles el paso hacia Europa Occidental.

Fuentes de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), que solicitaron el anonimato, explicaron a Efe que Hungría ya no registra a los recién llegados en su territorio sino que los embarca en autobuses y trenes hacia la frontera con Austria .

Hasta ahora Hungría había insistido en trasladar a los refugiados a campos y allí identificarlos y registrarlos, tal como establecen las normas europeas, pero este lunes la explanada fronteriza de Röszke, donde las autoridades congregan a los recién llegados, se encontraba vacía, sin las largas colas de los últimos días.

Este cambio de política se produce después de que Alemania restableciese ayer los controles en sus fronteras tras acoger a decenas de miles de refugiados en las dos últimas semanas y de que Hungría tuviera el sábado un rifirrafe diplomático con Austria.



En una entrevista con la revista alemana “Der Spiegel”, el primer ministro austríaco, Werner Faymann señaló que la política sobre refugiados de su homónimo húngaro, Viktor Orbán, le recuerda a “la época más oscura de la historia” europea, lo que ocasionó una enérgica protesta de Budapest.

En medio de la descoordinación de las políticas europeas de asilo, los refugiados tratan de acelerar el paso porque saben que a partir de este martes Hungría castigará con penas de cárcel a quien entre en el país de forma ilegal.

“No quiero quedarme en Hungría ni una hora. Hoy hemos hecho 60 kilómetros en Serbia para llegar aquí y marcharnos a Austria”, explica a Efe Nadir, un ingeniero informático de 24 años de la ciudad siria de Homs que quiere llegar a Alemania.

Nadir, que viaja con un grupo de seis compañeros, asegura que sabía desde hace días que Hungría quiere sellar su frontera este martes y que por eso han viajado sin parar desde el viernes, descansando sólo en autobuses y trenes.



En la frontera varios voluntarios que reparten agua y comida entre los agotados refugiados que llegan les advierten de que los húngaros no les tomarán las huellas dactilares y que los envían directamente a la frontera austríaca.

“Sabíamos a través de mensajes de otros refugiados que los húngaros están haciendo esto desde esta madrugada, así que aceleramos el paso”, afirma.

¿Y qué pasa con los miles de refugiados rezagados que no llegarán a tiempo antes de que entre en vigor mañana la draconiana legislación húngara?

Nadir hace un gesto con los hombros para indicar que no tiene ni idea de qué pasará, pero cree que los refugiados buscarán alternativas a la ruta a través de Hungría.

“Quién tenga dinero tratará de comprar un pasaporte falso, que son muy caros, para volar desde Atenas a Europa Occidental. Otros buscarán ir por Croacia y Eslovenia a Alemania, pero esa ruta es más dura”, explica antes de emprender la marcha.

Amer, otro joven sirio de 24 años, pretende llegar a Holanda, donde tiene familia.



Como la mayoría de los refugiados, Amer está también al tanto de lo que sucede en Hungría, y de que a partir de este martes será mucho más difícil cruzar la frontera.

“Nos informamos en internet, comunicándonos con amigos que ya han cruzado la frontera”, explica sobre cómo está al tanto de lo que sucede.

La normativa de la Unión Europea (UE) establece que los refugiados deben solicitar asilo en el primer país por el que entraron al bloque de 28 naciones, pero algunas capitales critican a Grecia por no registrar a los recién llegados.

Alemania de forma unilateral dijo hace algunas semanas que aceptaría a refugiados sirios aunque estén registrados en otros países, aunque luego matizó que las normas europeas sobre asilo siguen vigentes.

La incertidumbre sobre los cambios de criterio no afectan sólo a los solicitantes de asilo sino también a ACNUR, que ha expresado su temor de un gran número de refugiados puedan quedar en Europa en un “limbo legal”

“A ACNUR le preocupa que la combinación de diferentes medidas individuales pueda crear una situación en la que un gran número de refugiados que buscan protección en Europa se puedan quedar en un limbo legal”, indicó la agencia de la ONU en un comunicado.

(Fuente: EFE)

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Posted by La Prensa on Lunes, 14 de septiembre de 2015