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En su primera actividad multitudinaria en Corea del Sur, el papa Francisco pidió a los jóvenes asiáticos rechazar el consumismo y los modelos económicos inhumanos.
El jefe de la Iglesia católica ofició una misa por la asunción de la virgen María en el estadio de Daejeon, al que asistieron cerca de 50.000 fieles. “Deseo que los jóvenes puedan combatir el encanto de un materialismo que ahoga los auténticos valores espirituales y culturales, así como el espíritu de la competencia desenfrenada, que genera egoísmo y lucha”, expresó.
Luego de un primer día de citas privadas, el pontífice tomó el tren bala para acudir al recinto. A la ceremonia asistieron decenas de familiares de las víctimas del ferry Sewol.
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Más tarde asistió a la VI Jornada de la Juventud Asiática, donde 6.000 jóvenes de 23 países le recibieron con idolatría. “Nos preocupa la creciente desigualdad en nuestras sociedades entre ricos y pobres. Vemos signos de idolatría de la riqueza, del poder y del placer, obtenidos a un precio altísimo para la vida de los hombres”, manifestó.
En este encuentro Francisco rezó por los católicos en Corea del Norte, a quienes el Estado no les permitió viajar al vecino sureño para estar cerca del líder religioso.
“Para que Dios Los ayude a ser una sola familia de nuevo, sin perdedores o ganadores”, añadió. Corea del Sur, un país de 50 millones de habitantes, cuenta con alrededor de un 10% de católicos. La visita del prelado, la primera de un papa a Asia en 25 años, durará cinco días.